El patrullero zuliano Ender Inciarte, presente esta semana en su primer Juego de Estrellas de las Grandes Ligas, aprovechó su presencia en Miami, y la atención de los medios de comunicación, para dejar sentada una vez más su protesta por la violencia política y la represión en su Venezuela.
Inciarte asistió a la tradicional rueda de prensa del Clásico de Julio con una bandera tricolor, la que extendió delante de las cámaras con el color amarillo hacia abajo, apelando a lo que es una convención internacional que denota emergencia y que es usada en la ley del mar para clamar SOS a otras naves cercanas.
Durante la presentación previa al choque también sacó una bandera nacional, aunque con el amarillo hacia arriba.
«Es una situación bien difícil», declaró el marabino, rodeado de los micrófonos de El Venezolano, ESPN Deportes y otros medios de comunicación. «Sobre todo para los que viven allá. No hay medicamentos (en Venezuela), no hay comida, la inseguridad es muy fuerte».
«Lo único que está pidiendo el país es un cambio», continuó Inciarte. «Un cambio que nos lleve a esa libertad de expresión que teníamos antes, esa libertad de vivir, de poder salir a la calle sin el miedo de que uno no pueda regresar».
Interrogado sobre la acusación del presidente Nicolás Maduro, quien dijo que los deportistas que se pronuncian en su contra lo hacen porque reciben pagos del gobierno estadounidense, señaló: «Acá hablamos desde el corazón. Yo trato simplemente de ser una voz de esos millones de personas que salen a la calle».
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