Es un hecho que las Águilas del Zulia no participarán en los playoffs de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional por tercera vez en cuatro años. El equipo de Marco Davalillo fue eliminado después de trascender los resultados del martes.
«Todo el staff, el cuerpo técnico y la gerencia han querido hacer lo mejor», reflexionó el estratega de los rapaces. «Desde el inicio ha sido difícil y se ha tratado de hacer un gran esfuerzo».
El curtido piloto llegó al nido zuliano en medio de un terrible bache que vivió su predecesor Rouglas Odor. Al momento de la decisión administrativa estaba en una racha de cuatro derrotas. En ese instante, los alados solo habían ganado dos de sus últimos nueve cotejos.
«El Zulia ha presentado una plantilla muy joven», razonó el piloto en unas declaraciones que ofreció al circuito radial de su club. «Y algunos peloteros con experiencia para tratar de hacer un equipo competitivo».
La fusión de ambas cosas no funcionó esta vez para los marabinos. Hubo jugadores como Elvis Araujo, Luis Alexander Basabe, César Jiménez y Humberto Arteaga cuyos números distan de lo que era esperado por ellos. La ausencia de José Herrera, cuando mejor le estaba yendo, también fue un duro golpe para las aspiraciones de la gerencia de Luis Amaro.
«No se nos dieron las cosas», lamentó Davalillo. «Y también nos pararon a unos jugadores y sufrimos lesiones. Esos detalles influyeron en parte el sitio donde estamos ahora”.
PROYECCIÓN A FUTURO
Marco Davalillo ha sido capaz de ver el vaso medio lleno, a pesar de las circunstancias que rodearon a su organización en la 2021-22.
«Somos un equipo con un gran talento emergente”, celebró. «Se ha visto un presente y futuro que dará de hablar en años venideros».
El conjunto anaranjado presentó en su nómina nombres que parecen tener un futuro interesante en el béisbol organizado. Los peloteros Simón Muzziotti, Andrés Chaparro, Jackson Chourio están bien conceptuados en sus organizaciones. La divisa también ha probado una cantidad de lanzadores venezolanos que tienen poca experiencia en Estados Unidos para ir armando una rotación a futuro.
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Y a Marco Davalillo le encantaría seguir trabajando con ese grupo de jóvenes.
“No sé cuál es mi futuro en esta organización», admitió. «Pero estoy orgulloso de vestir esta camiseta. Mis puertas están abiertas y estoy disponible si ellos lo necesitan”.
Por Marcos Grunfeld
