La tensión en la final entre los Eternos Rivales terminó cuando los protagonistas del altercado del lunes se estrecharon las manos el martes en la tarde
Grégor Blanco y Edward Mujica conversaron ayer y dirimieron el impasse del lunes con un apretón de manos detrás de la jaula de bateo, durante la práctica del Caracas.
Un testigo que oyó la conversación indicó que el pitcher pidió disculpas a Blanco por gritarle frases impropias al ponerle out después de un toque para embasarse del jardinero. Éste, a su vez, se disculpó por haberle respondido con las mismas palabras al dar el jonrón que igualó el choque en el noveno inning, lo que desencadenó un conato de tángana.
El relevista de los turcos admitió que su reacción ante el toque sorpresa del primer bate melenudo fue desproporcionada y se debió a la adrenalina del momento.
Blanco confirmó el relato del testigo y decretó el fin de las hostilidades. “Es algo que no sucede con frecuencia”, admitió el caraquista. “Él se disculpó, yo me disculpé y ya está. Todo quedó atrás”.
Mujica prefirió no comentar el asunto. El manager azul, Carlos García, no tocó el tema, pero su colega Dave Hudgens dijo no esperar nuevos problemas.
Publicado en El Nacional, el miércoles 27 de enero de 2010.