El emergente

Las estadísticas del beisbol venezolano

El mayor problema que existe para hablar de la historia de nuestra pelota es la falta de información estadística confiable y definitiva

El cierre de la votación para el Salón de la Fama del beisbol venezolano fue la excusa para sostener una conversación con Efraín Ruiz Pantin en Deportes Unión Radio.

La charla nos dejó con deseos de escribir más sobre un tema que nos apasiona, por cuanto el pabellón de los inmortales es una de las pocas formas que tenemos de celebrar la historia de nuestra pelota.

Charlando con Efraín, recordamos la diversidad de fuentes que tiene el balance estadístico de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

Al menos existen cuatro fuentes, todas de prestigio, pero con disensiones entre una y otra: Quality, la empresa que encabeza Iván Medina; Numeritos Gerencia Deportiva, de Héctor Cordido y Alvis Cedeño; Line Score Estadísticas, de Emil Bracho, Giner García y Luis Enrique Sequera; y la Enciclopedia del Beisbol en Venezuela, de Daniel Gutiérrez.

Esta última data fue subida a internet por Planeta Beisbol (planeta-beisbol.com/lvbp) y luego por BeisbolVenezolano.net, a través de La Gaceta de la LVBP, lo que le ha dado al público en general la posibilidad de revisar lo que un pelotero, cualquier pelotero, ha hecho en nuestro circuito.

Las diferencias entre los numeritos de las cuatro recopiladoras, sin embargo, así como la ausencia de un portal patrocinado por la liga, que recoja detalles estadísticos de los equipos que la han integrado y todo lo sucedido en la liga a partir de su fundación, en 1946, nos obligan a alzar nuestra voz de alerta ante los ocho clubes que integran nuestrobeisbol: ya es hora de corregir la enorme deuda e invertir en un sitio similar a Baseball Reference, Retrosheet y similares páginas de grandes ligas, capaz de reunir las cifras, darles carácter oficial y, sobre todo, ponerlas a disposición del público en general, entendiendo que la democratización de las estadísticas y la creación de motores de búsqueda contribuirán con el crecimiento de este deporte y, sobre todo, ayudará a preservar en su justo lugar la memoria de lo sucedido.

Uno de los puntos de discusión con Efraín tenía que ver con la inexactitud de nuestros numeritos.

En la enciclopedia, por ejemplo, no aparece el promedio de embasado y, en consecuencia, tampoco el OPS, porque no se toman en cuenta los boletos ni los golpeados de cada bateador (tampoco los ponches recibidos).

Para averiguar detalles tan importantes como esos, hay que hablar directamente con alguno de los recopiladores y pedirles el dato, que a menudo difiere de lo recopilado por otra de las empresas que se han dedicado a ello.

La única forma de poner fin a esto es que la LVBP decida invertir, admitiendo que el beisbol es un deporte único, cuya historia —y aunque suene increíble, cuyo fervor— dependen de un recuento estadístico a menudo apasionante.

Es complicado tener que apelar a la memoria, y no a las pruebas, para votar para el Salón de la Fama en circunstancias como esta.

¿Cómo sustentar, por ejemplo, que Leonel Carrión fue un bateador excepcional, afectado por el hecho de jugar como local en el hostil estadio Luis Aparicio, si no existe data disponible acerca de la influencia histórica de cada parque en la ofensiva de cada toletero?

¿Cómo argumentar que Leonardo Hernández fue más que un jugador unidimensional, más allá de apelar a la memoria de su extraordinaria defensiva o al hecho de ser uno de los únicos dos bateadores en Venezuela con al menos 70 jonrones y 70 bases robadas en su carrera?

Planeta Beisbol y Beisbol Venezolano dieron el primer paso, pero hace falta una iniciativa liguera que pague esta vieja deuda con los seguidores del deporte que tanto amamos.

Publicado en El Nacional, el domingo 14 de marzo de 2010.