Manuel González recibió ayer la noticia esperada: el lunes debutará en las mayores. Será el umpire de segunda base en el juego entre Florida y Arizona
Cuando Manuel González entró el miércoles al camerino de los umpires, en el Victory Field de Indianapolis, y vio la pantalla de su teléfono celular, sintió que algo estaba a punto de ocurrir.
“Tenía una llamada perdida de Chris Jones”, relató el carabobeño, a través del mismo teléfono por el que acababa de escuchar la noticia esperada. “Chris y Larry Jones son nuestros supervisores en triple A. Por eso, cuando vi la llamada perdida, imaginé que venía algo bueno”.
El sexto sentido no le falló. González contactó a su superior y escuchó el saludo anhelado: “Felicitaciones”, cuenta que le dijo, sin rodeos. “El lunes vas a las grandes ligas”.
El nativo de Guacara se estrenará como árbitro en las mayores en sustitución del veterano John Hirschbeck, quien tomará vacaciones. Durante dos días, en la serie entre los Cascabeles y los Marlins, se unirá a Wally Bell, James Hoye y Lázaro Díaz, en Miami.
“Estoy súper feliz”, confesó. “En mi familia están todos muy emocionados. Aunque esta es una noticia que toma su tiempo digerir”.
González, para digerirla, se fue al gimnasio apenas colgó con Jones. Durante poco más de una hora, descargó en los aparatos la adrenalina que entró de golpe a su torrente sanguíneo.
“Esperar hasta el lunes me da más ansias”, continuó. “También nervios, porque es una experiencia que no he vivido”.
González, quien durante el spring training fue incluido por primera vez en el roster de jueces de la gran carpa, no asistirá como convidado de piedra a su primer envite.
“El lunes seré el umpire de segunda base y el martes estaré en primera”, indicó. “Al parecer vienen muchos movimientos, por una cuestión de edad, y nos quieren de una vez, estemos listos o no, para que demostremos lo que podemos hacer”.
Un árbitro de la Liga de la Costa del Pacífico tomará el lugar del criollo, cuando Bell, Hoye y Díaz se trasladen el miércoles a la costa oeste. González regresará ese día a las menores, convertido en el primer umpire venezolano en las mayores, a la espera de otro llamado.
Será la culminación de una historia que empezó a los 12 años de edad, en la liga Bolívar Martí. El niño que soñó con emular a Baudilio Díaz completará la meta de un modo diferente.
Mientras aguarda en Indianápolis, hoy, y en Buffalo, mañana y el sábado, deberá pagarle una cena a sus colegas Lance Barrett y Chris Ward, sus compañeros en triple A. El domingo, después del encuentro, tomará el avión rumbo a las grandes ligas.
“En Miami no pagaré nada, no dejarán ni que me mueva”, rió González. “Estoy listo. La espera me dará más ganas, más deseo de estar allí”.
Publicado en El Nacional, el jueves 13 de mayo de 2010. Ampliado para el blog.