Es la segunda vez en la campaña que el aragüeño llega al séptimo inning sin permitir imparables. El único venezolano que ha tirado más de un juego completo de un imparable o menos en las mayores mantuvo este domingo una joya de pitcheo durante 18 outs, hasta que Laynce Nix disparó un sencillo
Aníbal Sánchez continúa en la búsqueda de su segundo juego sin hits ni carreras en las grandes ligas y este domingo llegó al séptimo inning sin permitir imparables ante los Nacionales, para conducir a los Marlins a una victoria de 8 carreras por 0 en el Sun Life Stadium de Miami.
El aragüeño, que desayunó con su mamá Evelia —de visita en Estados Unidos por el Día de la Madre—, estuvo a punto de brindar con champaña en la tarde, gracias a su dominio.
Sánchez es el único lanzador venezolano que ha tirado más de un partido completo con uno o menos indiscutibles, contando el no-hitter que logró el 6 de septiembre de 2006 y las gemas de un inatrapable que consiguió el 29 de julio de 2010 y el 22 de abril pasado.
El 19 de julio de 2006, de acuerdo con Baseball Reference, también estuvo cerca de la hazaña, cuando recorrió 7.0 entradas y apenas recibió un cohete de sus adversarios.
“Gané, y eso es lo importante”, resumió el nativo de Maracay, entrevistado por el Nuevo Herald. “Me siento bien. Gracias a Dios han salido estos juegos. Yo seguiré trabajando para ayudar al equipo a ganar”.
Sánchez terminó su desempeño dominical con 7.0 actos y sólo 2 hits. Ponchó a 11, un tope personal en su carrera con los Marlins, su único equipo en las mayores.
El aragüeño reconoció que siempre estuvo consciente de lo que ocurría. El manager Edwin Rodríguez, en cambio, declaró a The Associated Press que sólo reparó en el sexto inning que había una joya en progreso.
“No sabía que estaba tirando un no-hitter”, subrayó el piloto. “Me tomó por sorpresa. Mis coaches me lo hicieron saber. Creían que les estaba tomando el pelo, pero en verdad no me había dado cuenta”.
Gaby Sánchez apoyó al venezolano con un jonrón de tres carreras. Liván Hernández, el abridor de los Nacionales, encajó seis rayitas en cinco actos.
Jerry Hairston, que recibió tres de los ponches del maracayero, alabó a su adversario: “Es un buen pitcher. Hay una razón para que ya lanzara un no-hitter en el pasado”.
El criollo le dijo al Nuevo Herald que su mamá le cultivó el gusto por el beisbol. Y a The Associated Press ofreció una razón adicional por su buen desempeño, más allá de lo dicho por Hairston: “Ella me hizo el desayuno esta mañana. Por eso lancé así”.
Aníbal Sánchez conversó con algunos reporteros de la prensa estadounidense en castellano, después del encuentro. Luis Enrique Rangel, que llevó la voz principal en la entrevista, colgó en internet las impresiones del lanzador, que admitió saber que estaba en medio de otro no-hitter.
“Veía la pizarra todo el tiempo, sabía lo que estaba haciendo”, indicó Sánchez. “Traté (de completar la hazaña), pero después del hit me enfoqué nada más en evitar que entrara esa carrera”.
El aragüeño se mostró contento por su forma actual.
“Me siento más confiado, con más experiencia”, señaló. “Eso me ha ayudado a tener más control. Cuando puedo lanzar strikes, puedo lanzar mejor. Cuando estás controlado todo es diferente. Lo importante es tratar de ser consistente”.
Descartó que trabajar en una gema como la de ayer fuera una distracción o una meta. “Al final del juego es que te das cuenta si fue una buena actuación”, aseveró. Y reconoció que, por el alto conteo de envíos, 117, estaba seguro que no lanzaría completo.
“Iban a ser muchos pitcheos”, razonó. “Si hubiese tenido la oportunidad (del no-no), creo que yo mismo habría entregado la pelota”.
Publicado en El Nacional, el lunes 9 de mayo de 2011.
