El as de Venezuela volvió finalmente a las grandeligas, ante la mirada emocionada de su familia y amigos
NUEVA YORK
El primer pitcheo del juego fue una bola.
Michael Bourn dejó pasar el lanzamiento, para ponerse adelante en la cuenta. Pero el viaje de 60 pies y 6 pulgadas que hizo la pelota, hasta golpear la mascota de Josh Thole, fue toda una declaración y casi un grito de alivio.
Johan Santana –y con él su familia, y los amigos que le acompañaron en el Citi Field, y una buena parte de Venezuela– celebró el momento más importante de su carrera deportiva en los últimos dos años, quizás más.
“Ahora sí, estoy de vuelta”, exclamó el merideño, con una sonrisa. “Todavía falta, pero estoy muy contento”.
Santana abrió por sexta vez un juego inaugural en las grandes ligas, este jueves. Es una marca para venezolanos que desde ahora comparte con Carlos Zambrano. Pero eso no vale tanto como el simple hecho de haber estado sobre la loma.
“Es lo que más he estado deseando: estar allá afuera en encuentros de verdad, competir, ser parte del equipo, compartir con los muchachos”, agregó el nativo de Tovar.
Santana se fue sin decisión, pero se mantuvo en el morrito por cinco innings, en los que hizo otros 83 pitcheos, luego de la bola con que dejó sentada su feliz proclama. No permitió carreras y enrumbó a su equipo, los Mets, a conseguir el primer triunfo de la campaña, 1 carrera por 0 sobre los Bravos.
“Hoy vinieron todos, mi familia, mi papá, algunos amigos”, relató después del juego. “Tengo que hablar con ellos, para saber qué sintieron”.
Él sintió alegría, adrenalina, alivio, emoción.
“Sabía qué era lo que iba a experimentar, es parte de lo que uno hace, pero en verdad que el apoyo de la gente fue tal, desde el primer momento que salí a calentar, que resultó muy positivo”, recordó. “Todas esas energías hacen que te sea más fácil”.
Su compatriota Martín Prado le sonó el primer hit, un rodado sobre el montículo que fue a dar al centerfield. Pero hasta el quinto no volvería a recibir inatrapables, en un duelo de lanzadores con Tommy Hanson, el abridor de Atlanta.
Matt Diaz hizo sonar una alarma en ese quinto acto, al dispararle un largo doble entre el center y el left. Con dos boletos llenó las bases, para que Bourn fuera al plato, con dos outs.
“Hoy no tuve tanto control sobre mi slider”, explicó Santana, que usó ese envío con insólita frecuencia, respecto a sus anteriores dos años como activo, entre 2009 y 2010. “Yo siempre he tenido mi slider, pero por los problemas de astillas en el codo había tenido limitaciones para usarla. Ya no tengo esas limitaciones. La tarea ahora es ir consiguiendo el control sobre los pitcheos”.
El tovareño puso a Bourn en 3 y 2, para caldear los ánimos en el parque. El trueno creciente de las palmas fue creciendo, hasta que, con el envío número 84 que hizo el zurdo en la tarde, el primer bate de los Bravos golpeó una rola de frente a Santana, quien tomó la pelota y logró el out en la inicial.
“Fue muy emocionante, porque pude salir de un problema y pude hacerlo de ese modo”, volvió a sonreír.
El manager Terry Collins le informó a Santana, al llegar éste a la cueva, que la jornada había terminado para él. El venezolano se rehusó y pidió una entrada más, aunque su máximo de pitcheos en el spring training fue 89, una sola vez.
“Cualquier monticulista que pasa por lo que Johan ha pasado”, señaló Collins, “puede regresar con una labor de uno o dos innings. Pero Johan no se entrega ante nadie. Lo que hizo fue asombroso”.
La orden del piloto prevaleció y privó a Santana de anotarse la victoria, pues en la baja del sexto, con hombres en las esquinas, David Wright descargó un sencillo que empujó la única carrera del juego.
“Yo quería seguir un inning más”, confirmó el Gocho. “Pero ganamos, que es lo importante, y eso demostró que fue una buena decisión”.
En el locker de Santana hay un pequeño gnomo con la camiseta de los Mets y un figurín de Buzz Lightyear, el héroe de la zaga Toy Story, cuyo lema es “Al infinito y más allá”. El zurdo no aspira a tanto en este momento.
“En lo emocional, del 1 al 10, me siento con 10 puntos”, prosiguió el pitcher. “En lo profesional, también 10. En lo físico, en el trabajo, todavía falta. Pero para mí, estar de vuelta es lo más importante de todo”.
Publicado en el-nacional.com, el 5 de abril de 2012.
