El yaracuyano fue el último pelotero que los Medias Blancas cortaron durante el spring training. Ahora se alterna entre la receptoría y la inicial en triple A, mientras espera el llamado
Héctor Giménez es una fuerza ofensiva en Venezuela y llegó a ser uno de los principales prospectos de los Astros, antes de graduarse en las mayores. Hoy, seis torneos después de aquella primera experiencia, aún espera la oportunidad de su vida, a los 29 años de edad.
Giménez estuvo en el último corte de los Medias Blancas en el spring training, a comienzos de mes, y acompañó al equipo grande cuando Chicago se enfrentó a Houston en una serie de exhibición en el Minute Maid Park.
“Me dijeron que me subirán si algo pasa arriba”, señaló el nativo de Chivacoa, bigleaguer en 2006 con los Astros y de nuevo en 2011 con los Dodgers.
El yaracuyano ha sido alternado en Charlotte con el joven Josh Phegley. También ha defendido la inicial, la posición en la que se hizo célebre con los Tigres de Aragua.
“Jugar otras posiciones y poder batear son cosas que me han ayudado en mi carrera”, aseguró Giménez, a quien no le acongoja no haberse convertido en el típico careta defensivo que a menudo logra un puesto en la gran carpa gracias a su mascota.
Bateó para .255/.314/.362 en sus primeros 12 juegos en triple A, con un par de tubeyes y un jonrón.
El toletero ambidiestro es estoico. No se conduele, al admitir que fue bajado a último momento. “Por algo”, dice, le llevaron a Houston antes del inicio de la zafra. “Aunque no me puedo confiar. Tengo que jugar bien, llegar temprano y hacer mi trabajo todos los días. Gracias a Dios tengo salud, que es lo más importante”.
Los problemas físicos han sido la razón por la que Giménez no lleva una larga trayectoria en las mayores. Cuando fue subido por los Astros, hace seis años, se lastimó el hombro y debió ser operado. Un lustro después, ya recuperado, hizo el grado con los Dodgers y se lesionó una rodilla, lo que de nuevo le envió al quirófano.
A. J. Pierzynski y Tyler Flowers son los catchers de los Medias Blancas. Pero aunque Phegley suma 10 juegos detrás del plato en triple A, contra 5 del venezolano, el prospecto tiene poca experiencia, pues fue drafteado en 2009. Por ello, Giménez espera con paciencia que se abra otra oportunidad.
Héctor Giménez aseguró tener “el ánimo muy alto”, mientras espera la llegada de otra oportunidad.
Confía en poder mostrar lo que es capaz de ser, un receptor con vocación ofensiva, y abrirle los ojos a los Medias Blancas, donde no era conocido antes de 2012.
“Los otros equipos también están pendientes”, aseguró, lleno de optimismo, “así que, si no es aquí, a lo mejor consigo ese chance en otro lado”.
Publicado en El Nacional, el viernes 27 de abril de 2012.