El mejor juego en la carrera de Félix Hernández
Félix Hernández lanzó el sábado el mejor juego de su carrera. Que no quede duda.
El manager Eric Wedge jugó con la idea y admitió que había repetido varias veces aquello de que “nunca había visto a Félix lanzar tan bien”, pero las pruebas respaldan la tesis de que el carabobeño jamás tuvo un partido tan brillante como ese, lo cual puede parecer exagerado, tratándose de alguien con un Cy Young y otras dos sólidas nominaciones al premio.
El caso es que comparamos cada uno de los blanqueos que ha logrado el derecho desde que llegó a la gran carpa, en 2005, y no hay otro en el que haya combinado tantos logros de manera simultánea: si bien el 28 de junio ponchó a 13 rivales en la lechada contra los Medias Rojas y en esta oportunidad “sólo” fueron 12, ante Boston permitió cinco hits y entregó un boleto, mientras empleaba 128 pitcheos para recorrer la ruta entera.
Esta vez, contra los Rangers, no concedió bases por bolas y aisló tres imparables.
Para mayor asombro, únicamente necesitó 107 envíos para cubrir la ruta, lo que asombra particularmente por el hecho de haber logrado tantos abanicados, lo que usualmente implica mayor trabajo (no perdamos de vista que el mínimo esfuerzo para obtener un out de rolling o por el aire es un pitcheo, mientras que hace falta al menos tres envíos para lograr un guillotinado).
Hernández vive un momento brillante; en cinco de sus últimas seis presentaciones ha completado al menos siete innings y ha tolerado una o ninguna rayita. Le han conectado 35 hits en 44 episodios y un tercio, ha propinado 56 abanicados, contra 6 boletos, y tiene 1.42 de efectividad en esas 6 aperturas, a partir del 17 de junio.
Hasta ha podido ganar con regularidad, un aspecto que aflige a sus seguidores y a todo tradicionalista: tiene 3-0 y ha mejorado a 7-5 desde que comenzó la racha. Y conste que no se ha enfrentado a adversarios de poca monta. El par de lechadas han sido ante Boston y Texas, que se ubican entre los equipos más potentes del beisbol, ocupantes del primero y el tercer puesto entre los 30 clubes de las grandes ligas, según el total de anotadas.
El Seattle Times amplió las declaraciones: “Fue frustrante el año pasado, porque no pude ganarles ni una vez. Estuve todo el tiempo detrás de la cuenta en 2011. Pero (el sábado) tiré un montón de strikes, y los mezclé con mi recta. La clave fue esa: tirar strikes”.
Dustin Ackley, uno de los pocos apoyos ofensivos del Rey, usó contadas palabras para describirlo de modo inmejorable: “Cuando él está relajado allá afuera, es prácticamente imposible descifrarle”.
El venezolano ya suma 20 juegos con 10 o más ponches. Pero de nuevo, comparando lo que hizo en cada una de esas oportunidades, no hay parangón con lo del sábado.
Lo más similar, apartando el blanqueo contra los Medias Rojas, fueron sus triunfos del 22 de mayo de 2011 contra los Padres (8.0 innings, 13 guillotinados, ningún pasaporte, 6 hits, una carrera) y del 10 de agosto de 2010 ante los Atléticos (8.0 actos, 13 ponchetes, una transferencia, 5 imparables, ninguna rayita).
Aquellos que hayan tenido la fortuna de verlo por TV guarden el recuerdo. Fueron testigos del mejor partido en la aún ascendente carrera de Félix Hernández.