Las metas de los venezolanos (VII)
El zuliano llegará a 100 vuelacercas al inicio de la temporada y tiene al alcance varios logros que casi ningún otro criollo ha conseguido a su edad
El próximo jonrón de Carlos González en las grandes ligas
será especial.
No importa el momento ni el juego en que lo consiga. Ese
estacazo será el centésimo que el zuliano enviará a la calle en su corta, pero
fructífera carrera. Además, será otra demostración de su talento para batear.
“CarGo” cumplió 27 años de edad el 17 de octubre. Tiene toda la campaña para
llegar a 100 vuelacercas y abultar esa cifra más allá de 120, quizás 130
tablazos de vuelta completa.
¿Saben cuántos venezolanos han completado una
centena de bambinazos a la edad del jardinero? Únicamente Miguel Cabrera y
Magglio Ordóñez.
Edgardo Alfonzo y Richard Hidalgo se quedaron cortos, pues lo
hicieron apenas después de festejar su vigésimo octavo cumpleaños.
Esa primera
meta del toletero en 2013 será el inicio de una serie de logros a corto plazo
para quien ha sido uno de los más precoces y prolíficos paleadores de Venezuela
en la historia de la gran carpa.
campañas. Entre los criollos, sólo Cabrera ha podido conseguir esos promedios
de average, embasado y slugging con al menos 20 apariciones legales, antes de
cumplir los 27 años de nacido.
Pablo Sandoval, por ejemplo, no tiene el
slugging. Ni lo tuvo Ordóñez.
El nativo de Maracaibo empieza este torneo con
.874 de OPS, una prueba de su habilidad para ponerse en circulación y golpear
extrabases que para ese instante de sus carreras apenas Cabrera, no podía ser
de otro modo, y Bob Abreu han igualado o superado.
Por cierto, el antesalista
aragüeño no es el mejor en ese corte, lo es el “Comedulce”, con .928 contra
.925 de su paisano. El tercer bate de los Rockies llegará a 100 bases robadas
poco después de los 100 jonrones, pues necesita 14, y se pondrá muy cerca de
sumar 500 anotadas y 500 empujadas, aunque para ello deberá aguardar a
comienzos de
menos que pise el plato 124 veces y lleve 151 carreras al home en este torneo.
descifrar el acertijo que se le presenta a todo bateador que disputa la mitad
de sus encuentros en Denver.
Cierto, allá la pelota vuela más lejos, lo cual
ayuda, pero como los pitcheos quebrados rompen menos, el contraste al salir de
casa, acostumbrado a esos rompientes moderados, dificulta el trabajo de batear.
El marabino tiene .338/.394/.609 en su hogar, contra .258/.313/.422 como
visitante, una tendencia que no varió en 2012. Pero ¿cómo hacer para mejorar la
adaptación, si una semana de batear en el Coors Field impide adaptarse a las
curvas y sliders de más radio en los primeros días fuera? Es la tarea que tiene
por delante.
Los Rockies estarán complacidos con lo que aporte, sin importar el
parque, sobre todo si semeja a lo hecho en 2010, su mejor zafra, cuando fue
líder bate. Como sea, he aquí una curiosidad: entre los principales jonroneros
venezolanos del pasado y el presente, el zurdo es el único con un OPS de 1.000
cuando juega en su sede.
Todos los demás también han puesto mejores números como
homeclub que como forasteros, contando sobre
Abreu, Sandoval y Andrés Galarraga.
Cabrera es el único que también tiene más
de .900 en la carretera. Hidalgo está sobre .800 adentro y afuera. Antonio
Armas no llegó a las ocho centenas.
Puede que los números de González muestren
curiosidades así. Pero también dejan algo muy claro: el zuliano puede hacer de
todo en el terreno. Tanto, que sigue aspirando al 30-30, busca su segundo
Guante de Oro y convertirse en el cuarto criollo con 100 vuelacercas y 100
bases robadas, algo que sólo han conseguido Abreu, Galarraga y David
Concepción.
