Varios candidatos asoman en el spring training
¿Quién será
el próximo grandeliga de Venezuela?
La disputa del Clásico Mundial robará buena
parte de la atención de la fanaticada, pero en los campos de entrenamiento
quedan decenas de prospectos y jugadores experimentados que todavía aspiran a
jugar en las mayores.
¿Quién, entre la nutrida expedición criolla, tiene más
posibilidades de llegar en 2013?
Inciarte emprendió una larga carrera hace dos semanas. Salió del rightfield, en
el campo de los Filis en Clearwater, y llegó prácticamente al terreno del
center, para atrapar un elevado. El manager Charlie Manuel lo notó. El gerente
general Rubén Amaro Jr. lo notó. La prensa de Filadelfia lo notó. Desde
entonces, todos cubren de elogios al veloz jugador, que llegó a los cuáqueros a
través del draft de la regla 5.
“Aquí no hay un outfielder con mejor defensiva
que él”, soltó Amaro. “Ya entiendo por qué lo adquirieron”, expresó Manuel. Inciarte
nunca ha jugado más arriba de clase A, pero por el modo en que fue tomado de
los Diamantes tiene una clara posibilidad de hacer el equipo. ¿Lo conseguirá?
Su
caso recuerda al de William Cañate, que por 1992 era un prospecto en las
granjas de los Indios, hasta que fue tomado por los Azulejos y llevado desde
clase A hasta las mayores. Apenas jugó en toda la campaña y, al regresar a las
menores, un año después, vio cortado su desarrollo y nunca regresó.
¿Qué buscan
los Filis?
Si su deseo es no perderlo y están dispuestos a tener un bateador
emergente menos, podrán usar a Inciarte como corredor emergente y jardinero en
los innings finales. La regla 5 obliga a mantenerlo arriba el año completo, así
que no sería sorprendente que termine de vuelta en Arizona, si Filadelfia
concluye que no está listo para un nivel tan exigente.
parecía un caso seguro hace semanas, pero el descontrol en sus últimas salidas
ha levantado una bandera de alerta. Los Tigres le quieren como cerrador, pero
incluso como preparador podría ayudar y empezar a foguearse, antes de tomar
definitivamente la responsabilidad.
¿Cuál es el obstáculo? Las bases por bolas.
La recta de 100 millas por hora y más que suelta el novato llevó al catcher
Alex Ávila a asegurar que no ve la pelota después que la suelta el lanzador. Pero
si mantiene ese ritmo de un boleto por inning, es muy probable que el
manager Jim Leyland le prefiera en triple A, macerando sus pitcheos, hasta
saberle más eficaz.
En ese sentido, quizás Héctor Rondón lleve ventaja. Ha
llegado hasta triple A, hasta ahora es un serpentinero más fino, en cuanto al
dominio de la zona de strike, y al igual que Inciarte cuenta con el favor
nominal de haber sido adquirido por los Cachorros a través del draft de la
regla 5.
Molina con los Medias Blancas, Oswaldo Arcia y Deolis Guerra con los Mellizos, Joseph
Ortiz con los Rangers, Mauricio Robles con los Filis, Jesús Sánchez con los
Cerveceros y Carlos Rivero con los Nacionales tienen opción de sorprender y quedarse. Pero aunque en el pasado la fortuna le ha dado la espalda repetidamente,
Ernesto Mejía parece estar esta vez a la cabeza en este último grupo, si puede batear
con autoridad el pitcheo primaveral.
Ahora la tiene más fácil, porque ya no es
un jugador invitado, sino que tiene un lugar en el roster de 40. Además, defiende
la inicial, y el dueño de esa posición, Freddie Freeman, aunque bateó para
.276/.358/.497 contra los derechos, en 2012, únicamente ligó para
.237/.315/.399 ante los zurdos. Y ¿ya saben qué slugger portugueseño disfruta
enfrentando a los zurdos?
Un platoon en Atlanta le abriría las puertas a Mejía para
dar la sorpresa y conseguir su muy merecida graduación.
