El
Emergente
Emergente
Más jonrones que ponches. En la historia del beisbol venezolano, ningún grandeliga ha tenido una temporada con por lo menos dos vuelacercas y menos abanicados que bambinazos. ¡Vaya, si es una hazaña para cualquier nacionalidad! Veamos los antecedentes
Víctor
Martínez comenzó esta semana como líder bate de
average.
¿Cuán
difícil es eso? Una simple cuenta ayuda a saberlo. Desde la llegada del Patón
Carrasquel a las grandes ligas, en 1939, únicamente seis veces ha ocurrido que
un venezolano conquiste el título de bateo, y la mitad de esas oportunidades lo
hizo un mismo pelotero: Andrés Galarraga (1993), Magglio Ordóñez (2006), Carlos
González (2010) y Miguel Cabrera (2011, 2012 y 2013).
difícil es eso? Una simple cuenta ayuda a saberlo. Desde la llegada del Patón
Carrasquel a las grandes ligas, en 1939, únicamente seis veces ha ocurrido que
un venezolano conquiste el título de bateo, y la mitad de esas oportunidades lo
hizo un mismo pelotero: Andrés Galarraga (1993), Magglio Ordóñez (2006), Carlos
González (2010) y Miguel Cabrera (2011, 2012 y 2013).
V-Mart
comenzó la semana con una proyección de 42 jonrones conectados y 37 ponches
recibidos. Son más cuadrangulares que guillotinados, en una campaña en la que
está haciendo el mayor despliegue de poder en su carrera.
comenzó la semana con una proyección de 42 jonrones conectados y 37 ponches
recibidos. Son más cuadrangulares que guillotinados, en una campaña en la que
está haciendo el mayor despliegue de poder en su carrera.
¿Cuán
difícil es eso? Tomemos asiento, porque ahora es cuando la cosa se pone buena.
difícil es eso? Tomemos asiento, porque ahora es cuando la cosa se pone buena.
No ha
habido un pelotero criollo que haya sido capaz de terminar con al menos dos
vuelacercas y que, en paralelo, haya visto el tercer strike en menos
oportunidades que el número de bambinazos obtenidos. Jamás. Nunca ha pasado.
habido un pelotero criollo que haya sido capaz de terminar con al menos dos
vuelacercas y que, en paralelo, haya visto el tercer strike en menos
oportunidades que el número de bambinazos obtenidos. Jamás. Nunca ha pasado.
Hay que
rebuscar en los confines estadísticos de la embajada nacional para hallar una
especie de antecedente, si es que a esto que conseguimos puede llamarse
antecedente de la notable combinación de poder, ojo y contacto que ha mostrado
el bolivarense en 2014.
rebuscar en los confines estadísticos de la embajada nacional para hallar una
especie de antecedente, si es que a esto que conseguimos puede llamarse
antecedente de la notable combinación de poder, ojo y contacto que ha mostrado
el bolivarense en 2014.
En 2010, el
pitcher Gustavo Chacín fue a batear una vez y en ese único turno la botó.
Obviamente, no sumó ponchetes en contra esa temporada.
pitcher Gustavo Chacín fue a batear una vez y en ese único turno la botó.
Obviamente, no sumó ponchetes en contra esa temporada.
En 2008, el
también lanzador Félix Hernández fue al plato en dos ocasiones, la sacó en una
(a Johan Santana, por cierto) y en la otra se sacrificó.
también lanzador Félix Hernández fue al plato en dos ocasiones, la sacó en una
(a Johan Santana, por cierto) y en la otra se sacrificó.
Y en 2007,
el infielder Luis Rivas consumió 11 turnos, no fue puesto out por la vía de los
strikes y sacó una pelota del campo.
el infielder Luis Rivas consumió 11 turnos, no fue puesto out por la vía de los
strikes y sacó una pelota del campo.
Listo. Allí
termina el listado. De resto, hay tres casos adicionales con tantos jonrones
como ponches, pero en cosechas igualmente insignificantes, todos con un
guillotinado y un cuadrangular: el receptor Henry Blanco, en 1997, con cinco
apariciones legales; el monticulista Roberto Muñoz, en 1970, con 13; y el
camarero Fred Manrique, en 1986, con 18.
termina el listado. De resto, hay tres casos adicionales con tantos jonrones
como ponches, pero en cosechas igualmente insignificantes, todos con un
guillotinado y un cuadrangular: el receptor Henry Blanco, en 1997, con cinco
apariciones legales; el monticulista Roberto Muñoz, en 1970, con 13; y el
camarero Fred Manrique, en 1986, con 18.
Esa última
es la marca venezolana de más viajes al home con igual o menor cifra de
abanicados que de vuelacercas. Tan sólo 18.
es la marca venezolana de más viajes al home con igual o menor cifra de
abanicados que de vuelacercas. Tan sólo 18.
¿No es
sorprendente? Martínez había ido al plato en 164 veces, incluyendo 148 turnos,
y mostraba 10 bambinazos con 9 ponches. Este lunes siguió mejorando eso, pues sacudió el undécimo y no fue ajusticiado por los serpentineros rivales.
sorprendente? Martínez había ido al plato en 164 veces, incluyendo 148 turnos,
y mostraba 10 bambinazos con 9 ponches. Este lunes siguió mejorando eso, pues sacudió el undécimo y no fue ajusticiado por los serpentineros rivales.
Combinar
poder, ojo y contacto es tan, pero tan difícil, que apenas tres nativos han
podido largar 30 tablazos de vuelta completa en campañas en las que no llegaron
a 100 guillotinados.
poder, ojo y contacto es tan, pero tan difícil, que apenas tres nativos han
podido largar 30 tablazos de vuelta completa en campañas en las que no llegaron
a 100 guillotinados.
El trío
está encabezado, sorprendentemente, por Andrés Galarraga, a pesar de que es el líder
de todos los tiempos entre sus compatriotas con 2.003 fusilamientos. En 1994,
el Gato tuvo, sin embargo, una aceptable relación de 31-93.
está encabezado, sorprendentemente, por Andrés Galarraga, a pesar de que es el líder
de todos los tiempos entre sus compatriotas con 2.003 fusilamientos. En 1994,
el Gato tuvo, sin embargo, una aceptable relación de 31-93.
Los otros
son Magglio Ordóñez (1999, 2000, 2001, 2002) y Cabrera (2010, 2011, 2012 y
2013).
son Magglio Ordóñez (1999, 2000, 2001, 2002) y Cabrera (2010, 2011, 2012 y
2013).
La mejor relación
de todos corresponde a Ordóñez, en 2000. Entonces, disparó 32 cuadrangulares y
se ponchó en 64 turnos, o lo que es igual, fue guillotinado en dos
oportunidades por cada vuelacercas que dio, con una brecha de apenas 32
abanicados.
de todos corresponde a Ordóñez, en 2000. Entonces, disparó 32 cuadrangulares y
se ponchó en 64 turnos, o lo que es igual, fue guillotinado en dos
oportunidades por cada vuelacercas que dio, con una brecha de apenas 32
abanicados.
¿Y cómo se
enmarca esto en la historia de las grandes ligas?
enmarca esto en la historia de las grandes ligas?
La mejor
relación de todos los tiempos posiblemente sea la de Johnny Mize en 1947, con
los Gigantes de Nueva York, porque es el único capaz de recibir el tercer
strike en menos ocasiones que su total de estacazos de vuelta completa y que,
además, también botó 50 pelotas por lo menos. Mize cerró esa justa con 51 y 42.
relación de todos los tiempos posiblemente sea la de Johnny Mize en 1947, con
los Gigantes de Nueva York, porque es el único capaz de recibir el tercer
strike en menos ocasiones que su total de estacazos de vuelta completa y que,
además, también botó 50 pelotas por lo menos. Mize cerró esa justa con 51 y 42.
Barry Bonds
ha sido el último en lograr algo así, con 45 y 41 en 2004, con los Gigantes,
pero de San Francisco. Y Ted Kluszewski fue el último antes de Bonds, con 35 y
31 en 1956, con los Rojos.
ha sido el último en lograr algo así, con 45 y 41 en 2004, con los Gigantes,
pero de San Francisco. Y Ted Kluszewski fue el último antes de Bonds, con 35 y
31 en 1956, con los Rojos.
Así de
excepcional es la temporada de V-Mart. Así de difícil es la hazaña que persigue
el guayanés.
excepcional es la temporada de V-Mart. Así de difícil es la hazaña que persigue
el guayanés.
IS
—
Publicado en El-Nacional.com, el martes 20 de mayo de 2014.
No pudo aparecer en la edición impresa debido a la crisis de papel que afecta los periódicos en Venezuela.
Para mí es novedoso e interesante el comparar los jonrones conectados contra los ponches recibidos por un bateador. Sin embargo, que un bateador reciba menos ponches que los jonrones que conecta no se debe ver como algo que sea fácil o difícil, sino más bien algo que es probable o improbable que le suceda. Y el pelotero no tiene control sobre esa probabilidad porque es simplemente el resultado de su patrón de bateo. Si un pelotero se poncha poco y además batea jonrones más o menos regularmente, entonces necesariamente la probabilidad de que eso le pase es mayor y en ese caso le pasará o estará cerca de pasarle varias veces durante su carrera.
A Johnny Mize le pasó 3 veces. En 1947, 51-42 ; 1948 , 40-37 y 1950, 25-24. Pero además estuvo cerca en 1940, 43-49; 1946, 22-26 y 1949, 19-21. Mize tuvo un promedio de 45 ponches por 162 juegos durante su carrera.
A Yogi Berra le pasó 5 veces. En 1950, 28-12; 1951, 27-20; 1952, 30-24;1955, 27-20; 1956 y 30-29; En 1957 tuvo el mismo número de jonrones y ponches: 24 y en otras 6 temporadas tuvo unos pocos ponches más que jonrones. El promedio de ponches de Berra por 162 juegos fue de 32.
A Ted Williams le pasó 3 veces. En 1947, 37-27; 1950, 28-21 y 1955, 28-24. En otras 4 temporadas su número ponches apenas superó el numero de jonrones. Su promedio de ponches por 162 juegos fue de 50.
A Stan Musial le pasó una vez en la temporada de 1948, cuando disparó 39 jonrones y se poncho 34 veces. Sin embargo, tuvo 2 temporas en que la diferencia fué apenas de 2 ponches más que jonrones y 4 en que la diferencia fue sólo de 5. Su promedio de ponches por 162 juegos fue de 37.
A Lou Gehrig le pasó 2 veces y estuvo cerca en otras 2 temporadas. Gehrig tuvo un promedio de 59 ponches por cada 162 juegos. Todos los mencionados – puede que haya más – tuvieron al menos 2 temporadas de 30 o más jonrones.
Víctor Martinez es un gran bateador que se poncha muy poco de acuerdo a los estándares de hoy día : 73 ponches por 162 juegos, pero son demasiados, si los comparamos con los promedios de los mencionados arriba. Además, nunca ha estado ni cerca de batear 30 jonrones en una temporada. Víctor posee lo que usualmente se denomina poder ocasional. Seriamente, ¿cuál es la probabilidad de que en esta o en alguna otra temporada en su carrera conecte más jonrones que los ponches que reciba? Cero, 0, nada. Nunca lo hará. Seguro. Pero eso no le quita mérito a Víctor. Es un gran pelotero y sus números lo colocan entre los mejores bateadores venezolanos en las grandes ligas. Sin embargo, la habilidad de poncharse tan poco y batear tantos jonrones que sea pobable para un pelotero tener más jonrones que ponches en una temporada de Grandes Ligas es tan escasa y apreciada, que los arriba mencionados están todos en el Salón de la Fama.
Por cierto, los números de Barry Bonds son inútiles para hacer comparaciones, por eso no lo tomo en cuenta.
Hace unos dias esciche que hace casi un año que a Victor Martines no le cantan un tercer strike. Sorprendente!!!