¿Quién es el jugador de mayor progreso?

¿Quién es el pelotero de mayor progreso esta temporada en la
LVBP, ese que, sin haber llegado a ser una figura antes, ha sido capaz de dar
un paso al frente en esta oportunidad, asumiendo un rol estelar?

La Liga Profesional de Baloncesto tiene un premio para ese
tipo de jugadores. En el beisbol no lo hay.

En cambio, sí ha habido polémicas. Por ejemplo, cuando
Asdrúbal Estrada ganó el Regreso del Año hace tres décadas, muchos sostuvieron
—con razón— que si nunca antes de esa campaña había alcanzado un estatus
titular, con grandes números, no podía estar volviendo.

Casi todo equipo tiene un candidato para ese galardón
inexistente.

Balbino Fuenmayor sobresale en Anzoátegui. Está en su sexta
zafra en el circuito y encaja a la perfección. Nunca fue regular, en su corto
tiempo con Magallanes ni durante su estadía con los Caribes. Pero dio muestras
de su potencial en los pasados dos torneos y finalmente tomó este por asalto.

Fuenmayor incluso es candidato al Más Valioso, por sus 10
jonrones, sus 36 empujadas y su línea de .315/.353/.592. Resta ver si obtiene
más votos que su compañero Orlando Arcia por el premio Vitico Davalillo. Pero
la suya ha sido una cosecha superlativa.

David Peralta podría ser el elegido en Margarita, con un
guiño. Porque, claro, ya es grandeliga. Sin embargo, su pasado como lanzador y
el hecho de que nunca antes hubiera tenido un campeonato como este, con
.325/.382/.442, permiten incluirlo en esta lista.

Alí Castillo resalta en el Zulia. Ya no tiene el estatus de
novato, lo que permite considerarlo entre los jugadores de mayor progreso en
esta oportunidad. Ha sido su primera justa apareciendo a diario en el lineup y
es el doble líder en anotadas y bases robadas.

Un caso semejante es Carlos Pérez con el Caracas. A fuerza
de batazos se convirtió en el dueño de la receptoría, porque ¿cómo sentar a
alguien que tiene una línea de .326/.361/.504?

Con Castillo y Pérez hace falta hacer otro guiño. Lo ideal
es encontrar a quienes hayan militado durante muchos años en la pelota rentada,
sin haber sido reamente protagonistas. Ambos están en su tercera temporada y
por primera vez son titulares.

Juan Apodaca, en cambio, está cerrando como Fuenmayor:
ganando nombradía por primera vez, en el momento correcto, después de ocho
campañas en la LVBP.

Apodaca nunca fue figura con el Caracas ni con el Zulia,
aunque con las Águilas llegó a jugar semanalmente como catcher suplente.
Llegado al Magallanes en plena eliminatoria, se apropió de la posición, con
.321/.409/.481, los mejores promedios de su carrera, a punto ya de superar las
100 apariciones en el plato por primera vez.

Junior Guerra es otro caso emblemático. Tiene ocho años en
el staff de los Tiburones y de pronto ha insurgido como el líder en ponches de
la liga y el número uno de su rotación.

Argenis Díaz estaba en su mejor actuación en esta pelota
cuando se lesionó. Pero en ese roster de los Tigres también sobresale José
Gregorio Martínez, que en su séptima zafra ha impuesto topes personales de
apariciones y turnos, dejando atrás discretos promedios gracias a esa línea de
.313/.371/.438.

Todos se han convertido en figuras estelares. Si hubiera un
premio para eso, bien que lo merecerían.

Publicado en El Nacional, el sábado 27 de diciembre de 2014.