Carlos García ayudó a forjar la dinastía magallanera de los 90 como pelotero. Ahora los Navegantes tienen instalada otra hegemonía, pero con «El Almirante» a la cabeza de la tripulación en las últimas tres finales.
García también fue el primer manager del Magallanes en la temporada 2012-2013, pero asuntos personales lo alejaron del equipo y Luis Sojo tomó las riendas hasta la coronación frente a los Cardenales.
«Dos finales seguidas son un gran logro, pero tres o cuatro ya te dice la cantidad de aciertos que hemos tenido tanto en el terreno como en la parte de la gerencia», manifestó García en medio de la celebración tras la victoria sobre los Caribes en el séptimo juego de la serie semifinal.
Magallanes estuvo al borde de la eliminación después de permitir que Anzoátegui viniera de atrás en el quinto encuentro. Sin embargo, los turcos tomaron oxigeno con el regreso al estadio José Bernardo Pérez de Valencia.
«Estábamos contra las cuerdas, pero yo nunca me sentí así porque en Valencia hemos jugado un buen beisbol», consideró el estratega.
«Yo sabía que si veníamos a Valencia íbamos a ganar los dos partidos», dijo.
Los eléctricos comenzaron perdiendo el sexto y séptimo choque. «En Magallanes hay una hermandad», apuntó García sobre la unión que existe entre sus dirigidos. «Los verdaderos protagonistas son los jugadores que estuvieron en el terreno e hicieron un trabajo increíble».
Con respecto al duelo con los Tigres, García está consciente de será una dura prueba. «Los Tigres son un buen equipo. Pienso que será una final bastante competitiva», destacó García.
Víctor Gómez
