Néstor Molina tiene la clave para dominar al Magallanes

Por Víctor Gómez
El Nacional

Néstor Molina tenía un valor especial para los Leones por el éxito que tuvo esta temporada ante los Navegantes y este miércoles refrendó el hecho de haber sido la primera escogencia en el draft de sustituciones.

Molina, de gran actuación en la ronda eliminatoria con los Cardenales, se bajó hace dos días con seis sólidas entradas en el estadio Universitario, para darle al Caracas la primera victoria en la serie al mejor de siete encuentros frente al Magallanes.
“Conozco la falla de muchos bateadores del Magallanes y eso me ha ayudado mucho este año”, apuntó el derecho luego del tercer encuentro de la postemporada ente los eternos rivales.

Molina logró dos victorias en cuatro presentaciones ante los turcos en la fase regular. Aunque permitió 16 imparables y concedió ocho boletos en 22.1 entradas, logró ser dominante, al punto que terminó con 2.42 de efectividad.
“Hay peloteros que no batean la sinker y otro grupo los pitcheos quebrados”, explicó.

Para Leon Durham, coach de bateo del Magallanes, Molina precisamente se apoyó en su sinker para evitar el daño de la ofensiva eléctrica. “Tiene muy buena sinker y la utilizó bastante contra nosotros. Mantuvo la pelota bajita en todo el juego y no encontramos la manera de batearle con consistencia”, reconoció.

Durham se sorprendió al enterarse que este año no han podido vencer a Molina, “¿De verdad”, repreguntó. “En el beisbol siempre pasa que un pelotero es muy bueno ante un equipo en especifico. Sin embargo, hay que reconocer que tuvo una buena noche”, dijo Durham.

“Nosotros tenemos todo el reporte de Molina y nos preparamos en base a eso. Pero una cosa es lo que dice el papel y otra es lo que sucede en el terreno”, apuntó el manager del Magallanes Carlos García.

Sin presión. Para Molina sentir por primera vez el ambiente de un Caracas-Magallanes no fue algo extraordinario. Es un juego más. Los muchachos me preguntaron y les dije que no había diferencia con un Cardenales-Magallanes”, manifestó.

“Estaba enfocado en hacer un buen trabajo y me olvidé del público”, indicó.

Sin embargo, Molina se dejó llevar por la adrenalina cuando terminó su labor en la sexta entrada, al hacer los brazos en el trayecto del montículo al dugout de la izquierda, para arengar a la afición caraquista.


Publicado en El Nacional, el 6 de enero de 2016