Por Ignacio Serrano
¿Qué tienen en común los jonroneros Vladimir Guerrero Jr., Adolis García, Fernando Tatis Jr., Shohei Ohtani y Ronald Acuña Jr.? Son los líderes en cuadrangulares de la MLB y todos nacieron fuera de los Estados Unidos.
Una invasión de talento extranjero ha tomado por asalto el beisbol de las Grandes Ligas.
Mantente informado con los temas más relevantes de política, economía, comunidad latina y salud. Suscríbete aquí a nuestros newsletters.
El dominicano Guerrero y el cubano García amanecieron este domingo al frente del departamento de cuadrangulares de la Liga Americana, con 16. Ohtani era segundo en el joven circuito, con 15.
El quisqueyano Tatis y el venezolano Acuña compartían la cima al llegar la misma jornada en la Liga Nacional, con 15.
Hay que ir un poco más abajo, hasta Mitch Haniger, para encontrar al primer estadounidense en pugna por la vanguardia de los forzudos en la Gran Carpa. Haniger mostraba 14 este fin de semana.
Y el dato no es casual. Después de todo, dos terceras partes de todos los bigleaguers son nacidos en Estados Unidos, una correlación que no tiene equivalencia, hasta ahora, con los resultados reflejados en la tabla de bambinazos.
El país anfitrión del Big Show ha dado a la luz a los grandes jonroneros de todos los tiempos. De allí son oriundos quienes han poseído el récord de todos los tiempos desde hace más de un siglo (Babe Ruth, Hank Aaron y finalmente Barry Bonds). También todos los que luego de Ruth han quebrado la marca absoluta para una temporada (Roger Maris, Mark McGwire y el propio Bonds).
Este año se ha consolidado, sin embargo, una tendencia iniciada a finales de la década pasada. Una nueva generación está tomando por asalto las Ligas Mayores. Y buena parte de ese talento emergente procede de allende las fronteras.
No solo es América Latina. En el quinteto de honor hay dos dominicanos, un cubano y un venezolano, sí. Pero también está Japón, representado en el formidable jugador capaz de lanzar con tanta velocidad como con fuerza conecta sus batazos.
UN ASALTO JUVENIL
Otra característica común vincula al quinteto del poder que se ha puesto de moda en la MLB. Ninguno tiene más de cuatro campañas arriba. Son legítimos miembros de la generación de relevo.
Acuña, Guerrero y Tatis, de hecho, aún son unos muchachos, en términos del deporte de alta competencia. Sus edades rondan los 23 o 22 años.
Las circunstancias obligantes en sus países de origen impidió que García y Ohtani dieran el salto a las Grandes Ligas con anterioridad, como deseaban. El cubano debió transitar caminos irregulares para salir de la Serie Nacional, el circuito profesional de la isla. El nipón tuvo que cumplir con los requisitos impuestos en su tierra antes de poder solicitar su venta a una novena de las Ligas Mayores.
Todos quieren ser jonroneros en esta época del Big Show. El swing ha cambiado y es común emplear un ángulo más pronunciado hacia arriba. Preocupan menos los ponches si el premio es un cuadrangular más. El sistema Statcast cuantifica y acumula la velocidad de salida de las conexiones y la parte del bate con que cada quien choca la bola.
Pero este quinteto internacional no está hecho solamente de vuelacercas y abanicados. Tienen capacidad para hacer daño con contacto, tomando pitcheos malos y con su velocidad (salvo, en esto último, el corpulento Guerrero, claro está).
También tienen pasaporte extranjero. Y eso incluso terminará jugando a favor de la tan ansiada internacionalización de la Gran Carpa, que comenzó con el Clásico Mundial y sigue hoy, al ritmo de estos nuevos reyes del swing.