El pitcher de los Reales de Kansas City Carlos Hernández se ha ido convirtiendo, poco a poco, en uno de los lanzadores venezolanos más destacados en la recta final de la temporada regular de las Grandes Ligas.
Quizás el mejor de todos entre sus compatriotas después del Juego de Estrellas.
Esa condición la reafirmó este viernes, ante los Medias Blancas de Chicago, con una salida de calidad en la que encajó solo dos carreras en seis entradas, con cinco hits recibidos, tres boletos otorgados y tres ponches.
«Me fue muy bien», le dijo en inglés a la prensa especializada, después de prometerle a sus compañeros que haría el esfuerzo por hablar en ese idioma. «Estoy trabajando todo el tiempo. Estoy enfocado en ir inning por inning, atacar a los bateadores y competir».
Al guayanés se le embasaron cinco de los primeros 20 rivales que enfrentó, pero solo uno le llegó más allá de la primera base en sus primeras cinco entradas de labor.
Los problemas llegaron en su último episodio de trabajo, en el sexto capítulo, cuando recibió un sencillo de José Abreu, le dio base por bolas a Eloy Jiménez y Leury García y Gavin Sheets se encargaron de fletar las dos únicas rayitas de la novena de Tony La Russa, quienes cayeron 7 por 2.
«Son los resultados de trabajar para estar listo cada cinco días», analizó con una sonrisa el bolivarense. «Estoy muy enfocado. Estoy practicando todos mis pitcheos y llevo eso al juego».
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Carlos Hernández ha estado realmente dominante en sus últimas presentaciones en las cuales ha tolerado nueve carreras en sus últimas 42.1 entradas recorridas para una efectividad brillante de 1.27 en sus siete aperturas más recientes.
«Ha sido realmente bueno en mantenerse concentrado», celebró el mánager Mike Matheny. «Está dando un paso al frente y está mejorando mucho».
Por Marcos Grunfeld