EL EMERGENTE

Por Ignacio Serrano

No es común que 13 peloteros cambien de equipo en un mismo día en la LVBP. Y mucho menos que un solo club entregue a nueve de sus jugadores en menos de dos horas. Por eso, al analizar la apertura del mercado de canjes en la pelota venezolana, hay que comenzar obligatoriamente por los Tigres de Aragua.

Hablamos del elenco más activo en los últimos tiempos, a la hora de ejecutar estas transacciones. Y no hay razones para pensar que 2022 será diferente.

Los Tigres son dueños ahora de Cafecito Martínez, de su hermano Teodoro Martínez, Jorgan Cavanerio y Humberto Arteaga. Para eso, tuvieron que entregar a Wilson García, Francisco Arcia, Deiner López, Ramón Junior García, Francisco Carrillo, Alexis Tapia, Daniel Montaño, Eduardo Sosa e Ismael Guillón.

Eso significa, entre otras cosas, que Aragua cedió a su máximo jonronero de la última campaña. Wilson García sacó 11 pelotas y por sus atecedentes no fue un espejismo. Y Carrillo fue el pitcher con más apariciones en toda la eliminatoria, con buenos registros en un campeonato netamente ofensivo.

En la segunda línea están López y Arcia. El primero puso buenos números y puede rotarse por varias posiciones. El segundo tiene largo historial detrás del plato, aunque no le fue bien en su regreso a Maracay.

Ramón García y Sosa fueron útiles para la causa rayada. Y un poco más allá, en la tercera fila, habrá que ubicar a Tapia, Montaño y Guillón.

Se supone que Arteaga cubirá –y con creces– la salida de López. Es mejor guante, aunque no es tan veloz. Y en teoría son bateadores relativamente equiparables, aunque Deiner tuvo la mejor cosecha en la 2021-2022, con .309 de average y .790 de OPS.

El deseo confeso de los Tigres, en esta parte de los canjes, era adquirir un shortstop de élite para esta liga. En ese sentido, lo consiguieron. Y el recién llegado no va a deslucir con el madero, sobre todo ahora que jugará con menos frecuencia en el difícil estadio Luis Aparicio El Grande.

Posiblemente ahora veamos a Yonathan Mendoza con un rol más importante en el José Pérez Colmenares. También es rápido, también puede variar posiciones y debe ser el utility principal con la salida de López.

Ya que Arteaga tiene mayor estatus, hubo que dar más por él. Sorprende que fueran cuatro piezas, en total. Es algo que se entiende cuando se toma en cuenta que los Leones del Caracas estaban ofreciendo tres lanzadores. En la ley de oferta y demanda, subió el precio del grandeliga y los rayados optaron por elevar su propuesta.

Que el mercado forzara las cosas no hace ver mejor el precio pagado. El nuevo torpedero de los aragüeños está obligado a rendir a la altura de las expectativas creadas a partir de ahora. Ya se verá.

La adquisición de Cafecito compensa la pérdida del slugger Wilson García. Es un bateador con más recursos y también aporta fuerza. Tiene capacidad para defender el outfield, cosa que su contraparte no hace. Y con él llega un Teodoro Martínez que se ha visto mucho mejor en las últimas zafras de la LVBP, y que bateó bastante en una liga independiente, el año pasado.

Ahora los Tigres tienen un jardín exterior de nivel, porque también cuentan con Carlos Tocci. Tienen a Carlos Arroyo para llenar el papel que tan bien llenara Sosa como patrullero suplente (ambos acaban de ligar sobre .300). Y cuentan con el muy productivo bate de Josmar Cordero para alternar entre el left, primera y el rol de designado. Si todos están sanos, ciertamente ofrecen un buen panorama.

Está por verse cuánto ganan al sustituir a Ramón García con Cavanerio. Este último es uno de los monticulistas más controlados del circuito, pero poncha poco. Y García lanzó bien cuando estuvo sano. Su problema fue el tiempo que perdió con el trainer.

A favor de esta parte del acuerdo con los Tiburones de La Guaira está el hecho de que Cavanerio es tres años más joven que su contraparte. Y eso vale. Posiblemente por ello, y porque Cafecito es una pieza capital en la pelota del Caribe, fue necesario incluir a Arcia y a Montaño en el paquete.

Arcia aportó poco en la 2021-2022, tras llegar en otro cambio. Se sumó con cierto retraso y le costó tomar el ritmo con el madero. Con él fuera, Wilfredo Giménez se mantendrá como el catcher número uno, en un roster donde todavía están Ramón Cabrera y Gersel Pitre. Si la OFAC revirtiera el veto, crecerían las opciones. Mientras eso no suceda, quizás veamos a los Tigres saliendo al mercado en busca de un receptor adicional.

¿Y Montaño? Parece una de esas fichas que se ponen sobre la mesa para terminar de cerrar el acuerdo. Nunca ha jugado en Venezuela. Pertenece a Colorado. A los 22 años de edad, llegó ya a Clase A avanzada. Recientemente ha mostrado algo más de fuerza y capacidad para embasarse. Es veloz y puede defender los tres sectores de los bosques exteriores. ¿Llegará a ser un jugador de peso? Es difícil apostar que sí o que no en este momento de su carrera. Tiempo al tiempo.

Ex profeso dejamos para el final a Tapia y Guillón. Porque quizás todavía tengan gasolina en el tanque, pero parecen haber quedado fuera del panorama aragüeño, debido a recientes cosechas discretas.

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Todo cambio de peloteros es un juego de sumar y restar. Cada quien espera estar tomando los hombres adecuados para llenar carencias específicas o potenciar algunas áreas determinadas.

Aragua parece haberlo hecho bien aquí, aunque al alto precio de entregar nueve hombres para recibir cuatro. Y con la salvedad de dos dudas plausibles que merecen mención, antes de terminar cualquier balance.

Sin Arcia, tienen menos profundidad en un área crucial. Y al salir de Carrillo pierden a su relevista más usado, con la incertidumbre de no saber si Jhondaniel Medina regresará de una delicada lesión.

Son dos áreas que seguramente causarán preocupación en la Ciudad Jardín. Lo que nos hace pensar que los Tigres apenas están empezando su búsqueda de peloteros en el mercado.

Ignacio Serrano

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