Por Marcos Grunfeld
Los Yanquis de Nueva York le quitaron una enorme presión al infielder Gleyber Torres. El caraqueño fue movido a segunda base a finales de septiembre y enseguida sufrió una transformación. A partir de la decisión del alto mando del elenco de la Gran Manzana dejó promedios .300/.372/.443, con 2 jonrones, 6 empujadas, 4 dobles y 11 anotadas.
Incluso, bateó al menos un incogible en 16 de los 19 compromisos que disputó desde que le fue asignado el segundo cojín.
Pero es una muestra pequeña después de todo. El embajador vinotinto está en deuda después de dos campañas seguidas en la que ha estado lejos de la élite en la que se suponía debía encontrarse y en donde en algún momento estuvo.
El portal Fansided recuerda que la novena tiene muchas dudas que resolver sobre su infield. La gerencia de Brian Cashman debe contestar a la inquietud sobre quién será el campocorto de la Gran Manzana. También qué pasará con Luke Voit. ¿En dónde jugará D.J LeMahieu que impacta en Gio Urshela?
Lo que parece seguro es que Gleyber Torres está anclado en la intermedia, pero el 2022 será un año clave para su futuro.
El bateador derecho apenas ha producido para .256/.337/.366, con 12 cuadrangulares, 30 dobles, 67 empujadas, 67 anotadas. De hecho, apenas tiene .703 de OPS y su OPS ajustado es de 95 en sus últimas dos zafras.
Eso significa que el toletero de los Mulos del Bronx está 5% del promedio de sus colegas en sus últimos 169 compromisos.
Esos números distan de la producción que mostró en sus dos primeras campañas en las Grandes Ligas. Entre 2018 y 2019 dejó una línea de .275/.338/.511, con 62 bambinazos, 167 fletadas, 150 anotadas, .849 de OPS y 125 de OPS ajustado.
El venezolano asistió a dos Juegos de Estrellas en esas dos primeras justas y quedó en el cuadro de honor para el galardón al Novato del Año.
(Marcos Grunfeld)
