Por Alexander Gómez
La era de Gary Sánchez llegó a su último capítulo en el Bronx con una llamada cerca de la medianoche que lo molestó, pero luego de pensarlo estuvo feliz de marcharse de la ciudad de la Gran Manzana.
«Estaba feliz por la noticia. Cuando lo pensé, estaba feliz de estar aquí ahora y de representar a Minnesota»,le dijo Sánchez en una reunión de siete minutos con la prensa que lo esperó en Fort Myers, hogar de Minnesota en la Florida.
El poderoso receptor se presentó en el campamento de los Mellizos de Minnesota el lunes por la mañana con su compañero de equipo Gio Urshela unas 12 horas después de que fueron incluidos en un canje de tres por dos.
“Estaba emocionado”, dijo Urshela. “Estaba realmente feliz. Esta es una nueva oportunidad para Gary y hemos escuchado muchas cosas buenas sobre Minnesota. “Tiene el talento. Viene con mucha confianza. Creo que va a ser un buen jugador aquí”.
Brian Cashman indicó que vivió un momento complicado cuando tuvo que llamar a Sánchez para comunicarle la noticia, sin embargo dejó saber que no le sorprendería ver al receptor mostrando un gran rendimiento en su nuevo equipo pues considera que tiene grandes cualidades para el béisbol.
“Fue una conversación emotiva”, dijo el manager de los Yankees, Aaron Boone, a través del New York Post. “Esencialmente agradeciéndole, diciéndole que lo amo. Quiero verlo tener éxito. Pero siempre me ha gustado Gary y aprecio mi relación con él”.
Los Yankees de Nueva York hicieron un canje significativo durante el fin de semana, enviando a Gary Sánchez y Gio Urshela a los Mellizos de Minnesota por Isiah Kiner-Falefa, Josh Donaldson y Ben Rortvedt.
AGREDECIDO
“Gracias Nueva York. Gracias a la organización de los Yankees, su oficina principal, entrenadores y mis excompañeros. Gracias a los aficionados y empleados del Yankee Stadium”, tuiteó Sánchez. “Me llevo una parte de ti. Y espero dejar un poco de mí con todos ustedes también. Los amo a todos.»
El martes por la mañana, Sánchez emitió oficialmente un comunicado sobre su salida de Nueva York. Está claro que va a extrañar al equipo y a su afición.
“Desde el [domingo] por la noche, ese capítulo está terminado”, dijo Sánchez a los periodistas en el campamento de los Mellizos cuando se le preguntó si sentía que era hora de irse de Nueva York. «Está en el pasado».
En siete años con los Yankees, Sánchez tuvo un promedio de bateo de .230 con 138 jonrones y 340 carreras impulsadas y fue dos veces al Juego de Estrellas.
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(Alexander Gómez)
