Por Ignacio Serrano
El novato Oswaldo Cabrera esperó tres semanas para sacudir su primer jonrón en las Grandes Ligas. Pero vaya que valió la pena. Porque este domingo, a casa llena en el Yankee Stadium y en medio de otra victoria importante de su equipo, puso a volar la pelota y las ilusiones de quienes consideran que llegó para quedarse en Nueva York.
Cabrera volvió a alinear en jardín derecho, la posición en el terreno donde parece estar ganando la titularidad. Y colocado como quinto en el lineup del manager Aaron Boone, contribuyó con la explosión de 10 carreras con que los Yanquis aseguraron el triunfo sobre los Rays en apenas dos innings de juego.
El bombazo a la zurda se fue por el center right. La pelota salió de su bate a 103,8 millas por hora y superó la barda para caer a 404 pies de distancia respecto al home. Es el tercer tablazo más largo para el nativo de Guarenas en el Big Show. Pero, a diferencia de los anteriores dos, a este no le faltaron las pocas pulgadas que sí necesitaron aquellos para terminar como vuelacercas.
Cabrera no es exactamente un jonronero. Pero tiene poder. El año pasado conectó 29 cuadrangulares en las Ligas Menores y en este tenía un robusto slugging de .503 al momento de ser llamado a la Gran Carpa.
En Nueva York empiezan a llamarlo «El Mago de Oz», en entusiasmado juego de palabras con su nombre de pila y el icónico personaje cinematográfico.
El tablazo voló ante el relevista Calvin Faucher, el último pitcher de Tampa Bay a quien maltrataron los Bombarderos del Bronx. Josh Donaldson estaba en circulación.
El también venezolano Gleyber Torres sacudió dos cuadrangulares y fue figura central en la victoria por paliza. Pero el nombre del mirandino copó las redes sociales, señal de su temprana y apasionante popularidad.
La Era de Cabrera, dicen los Yanquis en su tuit. Vaya entusiasmo genera el prospecto en su año de estreno en la MLB.
«El Yankee Stadium es el escenario que uno soñó desde chiquito, desde que jugaba chapitas… Y estamos aquí», exclamó el súper utility ante la reportera Arlenis Peña, de NYC Sports.
En ese escenario fue su debut. Allí ha hecho algunas de sus mejores jugadas. Y ahí consiguió el primer jonrón de su carrera, una carrera que muchos desean que sea larga y ruidosa, como esta tabla que acaba de conectar.
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UN DATO. Cuatro extrabases sumó Oswaldo Cabrera, antes de largar su primer cuadrangular. Tenía tres dobletes y un tribey. Y aunque quedó con promedios de .205/.239/.301 después de ligar de 4-1, llegó a 8 empujadas y continúa ganándose el respeto de su manager Aaron Boone.
(Ignacio Serrano)
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