Por Alfredo Villasmil Franceschi
En un liga donde el bateo es quien tiene la voz cantante, sobre sale Néstor Molina. El pitcher del Cardenales es el único abridor que después de tres salidas ostenta una efectividad inmaculada.
En 16 1/3 de entradas lanzadas suma 13 ponches y un WHIP de 0.60. «Vengo enfocado, concentrado en cada pitcheo y los resultados se están dando», le dijo el serpentinero a Oscar Cumara, jefe de prensa del Cardenales, una vez finalizado el juego de este viernes.
No es fácil parar en seco a un tren ofensivo como el Caracas. Sobre todo no permitirle extrabases y poder sacar cinco de los 15 outs por la vía del ponche. «He estado trabajando en varios aspectos específicos que no me gustaría revelar, pero lo más importante es que me mantengo positivo y confiando en cada pitcheo que hago», dice Néstor Molina.
Siempre se ha dicho de que los lanzadores deben acudir al engaño para poder hacer out a los bateadores. Hoy en día, donde todo lo estudia la analítica, hacer ese tipo de amagos es fundamental.
«Una de las cosas que me funcionó es que el plan que los Leones creían que yo iba a ejecutar lo cambiamos», acota Molina. «Creo que allí estuvo la clave del juego».
Esas buenas actuaciones de Molina en el morrito se han traducido en sendas victorias para el equipo crepuscular.
En los tres juegos que ha abierto Molina han salido airoso los Cardenales y ha sido capaz de detener a equipos inspirados.
Primero al Zulia en Maracaibo y ahora a uno Leones que sumaban 8-2 en los últimos 10 antes de salir derrotados.
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(Alfredo Villasmil Franceschi)
Fotos: @Cardenalesdice
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