jugar pelotica de goma, a los 6 años de edad. En esta entrevista habla de sus orígenes, su decisión de retirarse tempranamente y abordar un segundo tren en el beisbol, que le ha llevado hasta la Serie del Caribe
Omar López soñaba con jugar pelota profesional y llegar a
las Grandes Ligas. Su carrera como tercera base del Magallanes, sin embargo,
duró muy poco. Antes de los 30 años de nacido, ya era un coach con cierta
experiencia en las filiales de los Astros de Houston.
Manager de Anzoátegui, el equipo campeón de la temporada
2014-2015, López está ahora en boca de todos. Él mantiene su centro, como
aprendió de sus mentores. Pero sí, todavía sueña con las Grandes Ligas.
relación de amor con el beisbol?
con quien yo vivía. Con una pelotica de goma, comenzamos a jugar en el patio. A
los 6 o 7 años yo tenía cierta habilidad y conseguimos un chancecito en un
equipo de La Isabelica.
con jugar pelota?
creciendo, como cualquier niño, tuve el sueño de convertirme en jugador
profesional. Ese sueño fue aumentando, hasta que sucedió.
recuerdo de su primera práctica?
Dominicana. Mi papá me llevó un viernes a la práctica, a las 4:00 de la tarde,
en el campo número 4. Yo tenía 6 años, casi por cumplir los 7 años de edad.
el beisbol aficionado?
después se convirtió en cartón (ríe).
sacó del beisbol activo? ¿No batear?
tienes que aprender a separar. Recibes mucha información de muchos coaches de
bateo y necesitas una personalidad muy fuerte, para soportar la adversidad. Cuando
tienes 17 o 18 años, si te vas de 4-0, sientes que el mundo se te va a acabar y
no tienes a papá o alguien al lado para darte un consejo, que te sirva al día
siguiente para levantarte con otro espíritu. El beisbol es muy difícil y cuando
comienzas eres muy inmaduro. Trato de enseñar a los muchachos jóvenes lo que yo
pasé, para que ellos no lo pasen. Se está muy pendiente de la frivolidad, de
vestirse bien, que si un carro, que si la novia, la rumba, y no se trabaja como
es debido. Cuando me decidí a trabajar más, conforme fui creciendo, ya fue tarde.
Pero no me quejo. Fue el destino que Dios me preparó.
momento se convirtió en el inicio de algo bueno.
me di cuenta de eso con los años. Cuando el tren pasó por segunda vez, me
monté, para dedicarle en esta otra área todo lo que no pude como pelotero.
evolución?
sino como mi pasión, mi hobby. No hay queja cuando me levanto en la mañana. No
hay nada mejor que hacer lo que te gusta. Y esto es lo que quiero hacer por
muchos años más.
transición de pelotero a coach? A algunos le ha resultado muy difícil.
transición. No jugué mucho como pelotero. Pienso que es más difícil con 8, 10,
20 años de experiencia. Yo tengo poquitas vivencias, que uso como coach, para
ayudar a los muchachos, para que vean esto como adultos, como viejitos
prematuros, y piensen que esta es una carrera que puede durar muchos años, que
puede prolongarse como técnicos o ejecutivos de algún equipo.
disfruta, los pequeños placeres de su profesión?
práctica se desarrolla fluidamente. Cuando puedo cooperar con un pelotero para
sacarlo de un mal momento y lo veo sonriendo una vez que empieza a tener éxito.
Eso me llena de gozo y orgullo, es mi mayor satisfacción.
equilibrio entre esa cercanía y la autoridad que debe tener un manager?
estoy con un equipo, mis peloteros son lo más importante, son mi familia y
tengo que conocerlos uno a uno. Si sé que uno de ellos tiene un problema o está
enfermo, es mi primera llamada del día. Lo hago de corazón, porque me preocupa su
salud mental. Si la salud mental de un equipo está bien, todo está bien. Ellos
saben fildear, batear, correr. Por eso juegan pelota. Pero la mente controla al
cuerpo, y si no tienen salud mental, no van a ganar. Tengo que conocerlos bien,
saber de dónde vienen, saber de sus hijos. La comunicación es la primera causa
de divorcio en el mundo y yo puedo divorciarme de este equipo si pierdo la
comunicación. Eso sí, soy claro y directo. A veces la verdad duele. Pero sé que
no todo el tiempo tengo la razón y puedo ser el primero que pida disculpas en
alguna oportunidad.
aquellos técnicos con quienes ha trabajado?
comenzó mi carrera en los Astros de Houston, prevaleció Alfredo Pedrique. Pero hubo
muchas personas de quienes aprendí disciplina y otras cosas. Jim Pankovits era
el encargado del Extended Spring en
mis primeros cuatro años, un hombre súper organizado, y yo estaba siempre a su
lado. Después llegó Alfredo, como coordinador de ligas menores. Este año se me
fue uno de mis mentores, Gordy MacKenzie, que era asistente del coordinador de terreno
cuando yo comencé. Me llevó a la Liga Instruccional varios años y en mi primer
año en la Gulf Coast League me lo asignaron
como coach de banco. Él me hizo bajarle de 10 a 2. Yo era un militar. Venía de
la Academia de los Astros, formado por Pablo Torrealba y Andrés Reiner, que son
firmes, radicales en sus proyectos, y yo copiaba eso, aunque ellos me decían
que yo debía moderarme. Gordy fue quien me moderó. Sufrí mucho con su partida, un
gran hombre de beisbol y uno de los principales artífices de mi carrera, junto
con Alfredo.
sueñan con las Grandes Ligas. ¿Cómo es su caso?
plazo. Voy poco a poco. En mi carrera, cada dos años subo un escalón en Estados
Unidos. Cuando llegué a los Astros, en 2009, me decía, ¿yo dirigir en clase A?
Imposible. De clase A fuerte hacia arriba no hay latinos en los Astros. Pasaron
los años y ahora estoy en clase A fuerte. Voy a dirigir en un nivel donde no
jugué.
mantener los pies en la tierra a los 38 años de edad, cuando se tiene tanto
éxito como en esta temporada, con Caribes?
Converso con Él todos los días. Me ha dado mucha paz. Está a mi lado y así lo
voy a mantener. He aprendido mucho sobre mi carácter. He aprendido a
controlarme. Yo era una persona muy impulsiva en el terreno y a veces tengo
secuelas de eso. Son cosas que no se pueden cambiar, pero sí se pueden mejorar.
aprendizaje que le deja esta experiencia?
mucha humildad y parsimonia, donde cada quien aporte su granito de arena y esté
pendiente de su trabajo, no de los demás. He recibido un respaldo increíble y
ha crecido mi motivación. Ahora creo que puedo lograr mucho más en mi carrera.
alto mando de la tribu también quiere que sea así. Pero primero compartirá con
su esposa y sus hijos Emily y Omar Eduardo la perspectiva de un retorno.
tiempo. Lo duro que fue construir el campeonato, ir paso a paso. No fue fácil”, contó. “Mi esposa ha sido el pilar de
mi familia y de todo lo que he hecho. Son casi 20 años juntos y todo lo
comparto con ella. Si Alfredo (Pedrique) regresaba a dirigir a Caribes, yo no
volvía. Necesitaba estar con ellos un tiempo. Mis hijos necesitan a su padre, tienen
11 y 6 años, y mi esposa se ha fajado sola con ellos”.
que sí ni que no”, continuó. “Me tomé algunas semanas para pensarlo. Ella dudó
por mi edad, por no saber si estaba listo o no. Tuvimos muchas conversaciones.
Pero sí vio mi interés y me dijo: ‘Eres un hombre de retos y has manejado tu
carrera con pasos firmes y seguros, no con pasos rápidos. Este es un paso
rápido. Pero conoces al equipo y la liga’. Ahí fue que di el sí”.
dedicación vale más que el nombre”, agregó. “Con mi familia me mantengo
comunicado por video y llamadas telefónicas. Últimamente vi a Omar muy triste,
decaído. No es fácil no estar allí con él. Una semana más tarde, vino la
distinción como Manager del Año y eso le levantó el ánimo. Luego clasificamos a
la final y se animó mucho más. Mi esposa me dice que regrese, que ella me apoyará.
Tengo que estar un tiempo con ella, para hablarlo. Pero de mi parte quiero volver”.