Clarence Gaston, el manager de los Azulejos de Toronto no olvida el rol estelar que durante más de un lustro tuvo en la pelota criolla
ARLINGTON
Clarence Gaston jugó 11 temporadas en las grandes ligas, actuó en un Juego de Estrellas, ganó dos series mundiales como manager de los Azulejos, tiene un lugar en el Salón de la Fama de las Ligas Negras y quiere volver a comerse una arepa.
El piloto de los canadienses no olvida su paso por Venezuela, donde fue un conspicuo miembro del temible “Poder Negro” que hizo de los Navegantes un equipo de cuidado entre los años 60 y 70.
“Sí, nos llamaban así”, sonríe Gaston detrás del home, en el Rangers Ballpark de Arlington, donde se permite una confesión para solaz de los seguidores turcos: “Yo jugué con varios equipos, pero sigo siendo magallanero de corazón”.
Publicado en El Nacional, el viernes 12 de junio de 2009.
El fornido ex jardinero e inicialista disputó siete temporadas en el país. La primera, con Lara. La última, con La Guaira. Pero fueron las cinco del medio las que dejaron la más profunda huella.
“Tengo grandes muchísimos recuerdos de Venezuela”, señala, sin dejar de sonreír. “Yo amo a Venezuela. Tuve unos cuantos años buenos allá. Adoro al país y a la gente. Siempre he pensado en regresar y volver a probar la comida. Quisiera comerme otra arepa”.
El piloto de Toronto no sólo añora el pan nacional. Al serle inquirido por otros platos criollos, no vacila en responder: “Las arepas eran mis favoritas, pero también ese plato que comen ustedes en Navidad, ese que tiene de todo y no recuerdo cómo se llama. ¡Ah, las hallacas! Me encantó la comida en Venezuela, y la gente, y el país. De verdad quisiera regresar”.
Gaston debutó con Lara en la campaña 67-68, sin mucho éxito. No dio ni un jonrón y bateó para .254 puntos. Los Navegantes le contratarían en las siguientes cuatro zafras, entre 1968 y 1972, y brillaría junto a sluggers como Jim Holt y Bob Darwin, como parte importante de aquel “Poder Negro”.
La huella del ex toletero aún está vigente en la historia de los eléctricos. Es el cuarto mejor bateador de todos los tiempos en la nave, con .326 de average en 858 turnos, sólo superado por Dave Parker (.351), Joe Canon (.340) y Jim Pendleton (.331). Disputó dos finales y se convirtió en el segundo toletero, después de Víctor Davalillo, en atrapar títulos de bateo consecutivos, una hazaña que después remedarían Al Bumbry y Luis Sojo (dos veces).
“Todavía tengo a Magallanes en el corazón”, afirma Gaston, quien confiesa haber estado a punto de volver al país el año pasado, a instancias de Nick Leyva, su coach de tercera y entonces manager de los bucaneros. “Pero cuando estaba por ir, lo despidieron. Siempre le echo broma con eso. Por su culpa no pude regresar”.
La Cifra
.383
fue el average de Cito Gaston en la 68-69, cuando ganó su primer título de bateo. Repitió en la 69-70 con .369
