El emergente

Fecha:

El premio Cy Young a Tim Lincecum y Zack Greinke reivindica la campaña 2005 de Johan Santana y anuncia una nueva manera, más justa, de evaluar el desempeño de los lanzadores


Aquí vamos: los ganados y perdidos no definen el dominio de un lanzador. Es lo que sostenemos desde hace años y lo que finalmente se ha impuesto en la elección del premio Cy Young en 2009. Es lo mismo que argumentamos para proclamar que Johan Santana merecía el galardón en 2005, no Bartolo Colón.

La tendencia en el norte es a ir sustituyendo la excesiva valoración de las victorias a cambio de estadísticas como la efectividad, el promedio de corredores en base por inning (WHIP), el average y slugging en contra, la relación de boletos, ponches e innings, los jonrones permitidos, los batazos por el suelo frente a los batazos por el aire.

Preguntemos a un lanzador cuál es su objetivo al subir al montículo; jamás dirá que su objetivo es acreditarse la victoria, sino «dar a su equipo la posibilidad de ganar el encuentro»

Lo mismo ocurre con el average de bateo, que pierde valor frente al promedio de embasado (OBP), por una razón elemental: ¿cuál es el objetivo esencial de un bateador? ¿Dar hits? ¿O embasarse por cualquier medio? Obviamente, lo segundo. Un bateador de .300 puntos puede fallar 7 de cada 10 oportunidades, si no suma boletos; en cambio, alguien que batee para .250 puede ser más útil, si reúne tantos pasaportes como para tener .400 de OBP, pues sólo estaría fallando 6 de cada 10 veces que va al plato. Pero volvamos al pitcheo y a los juegos ganados.

¿Cuántas veces hemos visto a un lanzador recibir 5 carreras en 5 innings y llevarse la victoria? ¿Cuántas veces hemos visto a un pitcher perder un juego en el que aisló 2 carreras en 7 episodios?

El primer caso resume a un monticulista con suerte: ganó porque sus compañeros hicieron más anotaciones que las que él toleró. El segundo caso habla de mala fortuna: la defensa o el bateo de sus compañeros no le acompañaron en su buen desempeño. ¿Por qué acreditarle un triunfo a aquél y una derrota a éste? ¿No es injusto?

Basta con que una sóla vez ocurra esta distorsión, para que estemos obligados a buscar parámetros menos flexibles. Una sola mala apertura con un triunfo, una sola buena presentación con una derrota, pervierte la posibilidad de evaluar en igualdad de condiciones

Asumamos de una vez que hay estadísticas que no responden a la lógica. Pongamos el ejemplo de las llamadas “aperturas de calidad”: alguien dijo que trabajar 6 actos o más con 3 carreras limpias o menos es una “apertura de calidad”. Permitir 3 limpias en 6 tramos significa 4.50 de efectividad. Eso es una efectividad mediocre. Paradójicamente, si el mismo monticulista tira 8 actos y recibe 4 marcas, no tiene una apertura de calidad, aunque sigue teniendo 4.50 de efectividad y mucho mayor mérito, ya que fue más lejos. Peor aún, si lanza un juego completo de 9 episodios y encaja 4 carreras, lo que significa 4.00 de efectividad, tampoco se anota una apertura de calidad, aunque su efectividad sea mejor y consiga un juego completo. ¿No les parece eso injusto?

Este es el mismo razonamiento para las victorias. Tiene que haber maneras más precisas de evaluar el dominio de un monticulista, independientemente de los errores de sus compañeros con el guante, con el bate o en el relevo.

Esa manera más justa es poner menos atención a las victorias. Porque ¿cuál es la tarea esencial de un tirador? Antes que ganar, antes que recibir menos carreras, su tarea esencial es impedir que los bateadores se le embasen. Siendo así, ni siquiera la efectividad, que es el promedio de carreras limpias permitidas por cada 9 innings, resulta del todo ajustado a nuestros propósitos. Lo más justo es el WHIP, los ponches y boletos por inning, la cantidad de hits y jonrones que permite, el average de los contrarios, el OBP y el slugging de sus oponentes. Un poco más allá, los blanqueos, los juegos completos, los innings.

El verdadero dogma no es la nueva forma de evaluar el beisbol. Es aquella que aprendimos desde la niñez, que erróneamente otorga un valor individual, enfocado sobre el lanzador, lo que en realidad es el producto de un esfuerzo colectivo: las victorias y las derrotas

Todos crecimos pensando en las victorias como medida del éxito. Por eso, para muchos es muy difícil aceptar lo que para otros ya parece tan obvio. Pero algún día todos terminaremos entendiendo que crecimos creyendo en un prejuicio inexacto e injusto: los ganados y perdidos. Es cuestión de tiempo.

Publicado en El Nacional, el domingo 22 de noviembre de 2009.

Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

2 COMENTARIOS

  1. Esoy de acuerdo contigo en todo, excepto en una cosa: si un equipo no batea no es por mala suerte sino porque el pitcheo contrario, y por ende la defensiva del mismo, supo hacer las cosas necesarias para que sus adversarios fallaran. Además, el caso que pones de las cinco carreras en cinco episodios no es la REGLA en los juegos de pelota, es una excepción. Eso pasa en un pequeño porcentaje de partidos.
    Por eso siempre digo, el dominio de un lanzador se mide más allá de las victorias, esta estadística sola, aislada, es engañose, es mentirosa, pero no se puede pasar por alto este número, yo no lo hago, a la hora de hacer un análisis. Generalmente, en un porcentaje más allá del 60 por ciento, si un pitcher lanza bien, gana la partida. Ahora, que puede lanzar bien y perder sí, es cierto. Pero eso es porque el lanzador del otro equipo, a los lanzadores del otro equipo, lo hicieron mejor.
    Además, si hablamos de las cosas que un pitcher puede controlar no hable del bateo de sus compañeros, porque el control de los mismos está en manos del otros lanzador.
    Te repite, creo que hay variables mucho más allá de las victorias para evaluar el rendimiento de un lanzador. Eso es una verdad de perogrullo. Yo siempre he considerado, en mis análisis, los ponches, los boletos, la efectividad. Ahora, no podemos menospreciar el triunfo, porque el objetivo del juego es ganar, no anotar carreras. Claro para ganar debes anotar carreras, pero si lees mi columna de hacer cuatro años, en donde desarrollo el concepto de la economía del beisbol, sabrás a lo que me refiero.
    Se trata de saber utilizar los recursos para poder obtener la victoria. Creo que es una de las pocas actividad humana donde Maquiavelo tenía razón en su premisa.
    Un abridor que permita dos carreras y pierda tiene la culpa por haberlas aceptado. Y una efectividad de 4,50 es regular, pero no mala, porque el promedio en las mayores es de 5,00, más o menos, por equipo.
    El pitcher es el único que tiene control sobre los lanzamientos. Es quien marca el ritmo del juego. Eso nadie lo puede negar. El bateo es una acción más reactiva que activa: si no lees el pitcheo, si no haces los ajustes no vas a poder ser exitoso en el plato. Claro, también influyen las condiciones naturales de cada quien, mas creo que lo obvio está sobre entendido en mi comentario.
    Me detengo aquí porque la discusión da para mucho más. Te felicito por tu columna, como siempre muy acertada. REPITE ESTOY DE ACUERDO CON LOS PARÁMETROS QUE ESBOZAS, MAS CREO QUE HAY QUE TOMAR EN CUENTA LAS VICTORIAS, si éstas se engloban dentro de un todo, no AISLADAS.
    Un abrazo.

    Alfredo

  2. Muy buen post, estoy 100% de acuerdo contigo en cuanto a que las victorias y derrotas no es la mejor forma de calificar el desempeño de un lanzador, ya que estas dependen mas del equipo completo que solo del lanzador. Pero hay algo que quiero tambien que quede claro, evaluar el desempeño de un pitcher no depende de una ni de dos estadisticas, no podemos decir que la ERA y el WHIP nos dira si un pitcher es mejor que otro, ya que estas estadisticas tienen sus defectos tambien.
    La ERA es una simple relacion carreraslimpias-9innings, sin importar como entraron esas carreras. de igual forma, El WHIP no es del todo confiable, debido a que toma en cuenta los hits para su calculo. Los hits son inevitables para los lanzadores porque dependen de la defensa tambien, es decir un lanzador con una buena defensa que lo respalde va a recibir menos hits que un lanzador sin un buen respaldo defensivo. Entonces si antes deciamos que es injusto medir el trabajo de un lanzador por las victorias porque dependen de que su equipo batee, entonces tambien es injusto decir que un lanzador es bueno por su WHIP ya que este depende de su defensiva tambien.
    Pero por suerte tenemos estadisticas como el FIP, que es calculado con solo lo que depende del pitcher (Hr, BB, SO). Ahora su "caida" está en que el FIP no toma en cuenta aquellos rodados o elevados que tambien se consideran "dominio al batedor".
    Entonces que se hace para saber (con numeritos) que pitcher es mejor??? bueno la respuesta es sencilla, conocer las estadisticas y saber que nos indica cada una, porque no existe una estadistica que abarque todos los factores que indican si un lanzador es bueno o no, por eso es que tenemos tantas a la mano, lo mejor que podemos hacer es saber que nos dice cada una de ellas.

    Saludos…

    Diego Alvarez

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Comparte en tus redes:

Más noticias

Sigue leyendo
Sigue leyendo

José Altuve sigue 2° en el liderato de bateo, pero Ohtani desplaza a William Contreras

El astro japonés Shohei Ohtani asaltó el primer lugar...

Boston escribe su propia increíble historia de El Novato con Cam Booser [+VIDEO]

La gran mayoría de la afición del béisbol ha...

Ehire Adrianza concreta su regreso a las Grandes Ligas

El versátil Ehire Adrianza fue llamado a Las Mayores...

Robert Suárez vuelve a salvar, despeja dudas y extiende su paso perfecto como cerrador en 2024

Los Padres de San Diego tenían dudas con respecto...
¿Te gustaría recibir notificaciones de El Emergente? Claro que sí Quizás más adelante