Guillermo Moscoso volvió para ayudar desde el bullpen. El grandeliga de los Rangers de Texas prefiere estar en el bullpen y hacer varias apariciones durante la final
A Guillermo Moscoso no le importa haber regresado de un viaje a Estados Unidos para ser puesto en el bullpen de los Leones. Por el contrario, al derecho de Maracay le gustó la idea, pues le permitirá enfrentar varias veces a los Navegantes durante la final.
“Como abridor sólo haría una apertura y ya”, razonó el prospecto de los Rangers. “Como relevista podré salir tres o cuatro veces, y tendré más oportunidades para ayudar a mi equipo”.
Moscoso estuvo en la rotación del Caracas durante la última parte de la eliminatoria y en los primeros tres turnos del staff en la semifinal. Pero la llegada de dos iniciadores extranjeros, Jason Standridge y Ramón Ortiz, más el dominio reciente de Gustavo Chacín y el permiso que Franklin Morales le arrancó a los Rockies, tornaron en excesiva la presencia del aragüeño en el cuarteto.
El reacomodo no es problema para el diestro, en cuanto a la preparación antes de cada presentación.
“Ya tuve que relevar a comienzos de campaña, antes de ser abridor y llegar a 90 pitcheos por salida”, explicó. “No tendré que hacer grandes cambios”.
Cuidados de prospecto. Moscoso estuvo poco menos de una semana en Washington, junto a un centenar de prospectos de las 30 organizaciones de la gran carpa. Por eso fue que no pudo hacer su cuarto inicio en el round robin semifinal.
No se trató de un mini campamento, como ese al que deben asistir sus compañeros Edgmer Escalona y Franklin Morales, en República Dominicana. Tampoco fue una cita promocional, como la que convocó a Armando Galarraga con los Tigres de Detroit.
“Es una reunión en la que nos explican cómo desenvolvernos ante los medios de comunicación, cómo evitar las estafas que pueden hacerle a los jóvenes peloteros”, explicó Moscoso. “Nos enseñaron hasta lo que debemos hacer en el caso de que alguien abra una cuenta falsa de Facebook a nuestro nombre y se haga pasar por nosotros, cosas así”.
El ahora apagafuegos caraquista asistirá al campamento de los Rangers en febrero, con el objetivo de quedarse de una vez en las mayores. Ya se estrenó arriba en 2009, su primer año en la organización.
La cifra:
374
ponches en 373 innings ha sumado Guillermo Moscoso a su paso por las menores, una prueba de dominio que acompaña con la efectividad de 2.90 que exhibe después de cinco temporadas
El camino a las mayores
UN PREMIO AL TRABAJO DURO
Guillermo Moscoso recuerda que en un tiempo las lesiones amenazaron su carrera. Entonces no pertenecía a Texas, sino a Detroit, y el coordinador en Venezuela de los Tigres, Josman Robles, le da todo el crédito por haber superado obstáculos y llegado a las mayores.
“Hay peloteros cuyas condiciones te llevan a decir que van a jugar en las grandes ligas, y hay otros que tienen condiciones, pero necesitan trabajo”, apuntó Robles. “Guillermo era uno de esos. Y trabajó muy duro en nuestra academia aquí, hasta convertirse en el pitcher que es”.
Moscoso dio un salto después del par de años que pasó en la academia de los bengalíes en Venezuela. Se recuperó de una lesión para convertirse en uno de los principales prospectos de Detroit y por ello le embarcaron a Texas, en el cambio que llevó al catcher Gerald Laird a los Tigres.
De doble A pasó el año pasado a la gran carpa, donde dejó 3.21 de efectividad en 10 apariciones y a donde espera regresar en 2010, como fruto de su trabajo.
Publicado en El Nacional, el sábado 22 de enero de 2010.
