El guayanés llegó el lunes a 8-0, la misma marca que Wilson Álvarez puso en 1994, durante el mejor inicio para un pitcher venezolano en las grandes ligas. El «Intocable» felicitó a su heredero
Carlos Silva tiene escrito su nombre en el libro de records del beisbol venezolano a partir del lunes 7 de junio.
El guayanés permitió sólo cuatro hits y una carrera durante siete episodios, durante la victoria de los Cachorros 6 por 1 sobre los Piratas, en el PNC Park de Pittsburgh, para dejar su récord en 8-0 desde el inicio de la campaña.
Únicamente Wilson Álvarez había tenido un inicio así entre grandeligas venezolanos. El zuliano lo consiguió con los Medias Blancas, en 1994. El registro, desde entonces, se mantenía inalcanzable entre sus compatriotas.
Es todo un contraste para Silva, esta consagración, pues en sus últimas dos zafras tuvo 5-18 con los Marineros, un equipo que se desembarazó de él en el último receso invernal y que aún está pagando parte de su sueldo.
“Me siento muy bien”, dijo Silva al portal de los Cachorros. “Le doy gracias a Dios, no sólo por mí, sino por mi familia. El año pasado fue muy malo, pero esto es otra cosa. Tengo como 20 mensajes (telefónicos) de mis hermanos y mi madre. También se lo debo al equipo. Es como una bendición. Es sorprendente”.
Silva fue atacado por un malestar estomacal que le obligó a vomitar en el quinto inning, pero aseguró que estaba “bien” después del choque.
El bolivarense buscará ahora emular a Ken Holtzman, dueño de la mejor marca para un lanzador de los Cachorros en un inicio de campeonato, con 9-0 en 1967.
El dato:Carlos Silva es el primer pitcher en 100 años que al estrenarse con el uniforme de los Cachorros consigue ganar sus primeras ocho decisiones. King Cole lo hizo en 1910, según la página de los oseznos
Wilson Álvarez tenía 24 años de edad cuando empezó la temporada con 8-0, vistiendo el uniforme de los Medias Blancas. Venía de una sólida cosecha de 15-8, una campaña antes, con 2.95 de efectividad y el mundo entero a su alcance.
Venezuela se miraba en los ojos del zurdo marabino: un país amante del beisbol, cuya principal referencia del pitcheo había sido Luis Leal y sus 51 victorias, caía a los pies de quien en 1989 se convirtió en el criollo más joven en las mayores, autor en 1991 del primer no-hitter en la expedición nacional, devenido en 1993 as de Chicago.
Álvarez tuvo momentos importantes en las mayores, como cuando se convirtió en el zurdo mejor pagado de la gran carpa, al firmar en 1998 con Tampa Bay. Pero nunca lució mejor que entre el 6 de abril y el 27 de mayo de aquel 1994 en que hizo historia.
El zuliano no sólo empezó con 8-0. Lo hizo, además, con 2.39 de efectividad, 2 juegos completos y un blanqueo. Los patiblancos ganaron 9 de sus 10 aperturas, congratulándose del buen negocio que habían al adquirirlo de los Rangers, un lustro atrás.
Pero lo que empezó tan bien terminó discretamente. Álvarez no lanzó después del 9 de agosto, debido a la huelga de peloteros que terminó con el torneo. Perdió 8 de sus últimas 12 decisiones, con 4.30 de efectividad en ese lapso.
Vendría otra cosecha de 15 lauros en 1996, el cambio a los Gigantes en 1997 y su sonado pacto con las Mantarrayas un año después, pero ya no era el mismo. Las lesiones acabaron con él y terminó como swingman en el bullpen de los Dodgers, entre 2003 y 2005.
Las cifras:6es el número de victorias en aperturas consecutivas que tiene Carlos Silva. El récord para un venezolano es 10, de Johan Santana. Únicamente Wilson Álvarez, con 7, se interpone entre Santana y Silva
4es la cantidad de triunfos que posee Johan Santana, la mitad de los lauros de Carlos Silva esta temporada. El periodista Efraín Ruiz Pantin destaca que el guayanés, además, tiene mejor efectividad que Tim Linceum y mejor WHIP que Josh Johnson
.183es el average de los zurdos contra Carlos Silva esta temporada. El incremento en el uso del cambio y el slider le ha dado el dominio que echaba en falta. Antes, los zurdos le bateaban .314
Wilson Álvarez recordó su trabajo con el pitcher que igualó el récord para un venezolano de 8-0 al iniciar un campeonato
Carlos Silva lo resumió así, una tarde de diciembre, en el estadio Universitario, después de hacer una sesión de bullpen con Wilson Álvarez, entonces coach de lanzadores de los Caribes y mentor del derecho guayanés: “Wilson no habla mucho, pero dice lo que tiene que decir”.
Silva practicó aquí con la esperanza de que fuera el primer paso en el camino de regreso a la estelaridad. Tras dos años para olvidar en Seattle, esperaba renacer en Chicago y escuchó las palabras del técnico: “He aprovechado mucho sus consejos”, agregó entonces.
Hoy comparten, coach y pitcher, el mejor récord para un venezolano en el inicio de una temporada de grandes ligas, con 8-0, tras la victoria que Silva consiguió ayer en Pittsburgh y que el zurdo celebró en Tampa.
“Cuando revisé mi teléfono, y vi todos los mensajes que me enviaron mis amigos de Maracaibo, me dije: por fin se acordaron de mí”, señaló Álvarez desde su casa. “Desde que estábamos trabajando juntos, en Puerto La Cruz, yo sabía que lo único que él necesitaba era juegos. Le hablé mucho, para que sintiera confianza y supiera que mientras se mantuviera trabajando podría seguir adelante”.
Álvarez reiteró en persona lo que primero puso en su cuenta @elintocable47 en Twitter.
“Es un honor para mí”, afirmó. “Los records se hicieron para romperse y me llena de alegría, por lo que él vivió el año pasado y porque la gente se acuerde de mí”.
Silva aseguró en el Universitario, hace seis meses, que buscaba perfeccionar su mecánica. Su instructor lo recuerda.
“No sé si algún consejo le habrá servido”, indicó Álvarez, con modestia. “Pero creo que ahora está ayudándose más con el cuerpo para lanzar. Le dije que no lanzara tanto con el brazo, para evitar lesiones. Yo no sabía sobre el récord, pero me alegra mucho haber trabajado con él”.
Armando Galarraga, otro émulo reciente de Wilson Álvarez, fue designado Jugador de la Semana de la Liga Americana, gracias al juego perfecto que lanzó el miércoles con los Tigres y que el umpire Jim Joyce arruinó con una clara decisión errada después de 26 outs.
“Para mí fue perfecto y así lo voy a recordar”, señaló Álvarez, el primer venezolano en completar un no-hitter en las grandes ligas, en 1991.
Víctor Martínez estuvo entre las menciones en el joven circuito. En la Nacional fue premiado Colby Rasmus, de los Cardenales.
Alexander Mendoza colaboró con este trabajo. Publicado en El Nacional, el martes 8 de junio de 2010.
