Notas de la
LIGA AMERICANA
Franklin Gutiérrez impuso un récord de más chances para un pelotero en una temporada de grandes ligas sin cometer error, superando los 396 de Curt Flood con los Cardenales, en la Liga Nacional, en 1966. Flood, como el «Guti», era outfielder. Gutiérrez llegó al último día con 415 chances.
Oswaldo Guillén llegó a 600 victorias en su carrera, al derrotar los Medias Blancas a los Indios en el último encuentro de la temporada. El mirandino promedia 86 triunfos por temporada y este año cerró sobre .500 en la tabla de posiciones por quinta vez en sus siete campeonatos al frente de Chicago. En cuatro de esos torneos, incluyendo este, sus dirigidos han alcanzado el segundo o el primer lugar. Pese a ello, no tiene un balance personal positivo, al quedar a la zaga de los Mellizos en la división central de la Liga Americana. «Me pagan para ganar títulos, y esta vez no ganamos», atizó.
Omar Vizquel no jugó en la jornada final, un día después de convertirse en el segundo venezolano con 400 bases robadas en la historia de las grandes ligas, emulando al gran Luis Aparicio. El caraqueño se fue en blanco en sus últimos dos partidos y por ello no pudo alcanzar los 2.800 hits, una tarea que le queda pendiente para 2011, cuando regrese para su tercer año como utility, posiblemente con los propios Medias Blancas. Quedó en 2.799. También le faltó el tubey con el que rompería el empate a 444 que mantiene con Andrés Galarraga, ambos en la segunda posición de todos los tiempos para un criollo en las mayores. En cambio, el duelo del sábado significó el número 2.850 en su carrera, lo que le permitió alcanzar a Craig Biggio en el 15° peldaño de todos los tiempos. El balance general de Vizquel justifica su decisión de retornar la temporada entrante, a pesar de que cumplirá 44 años de edad: bateó para .276, con un promedio de embasado de .341, cifras que están por encima de las medias de su historial en ambos departamentos (.273 y .338). Además, vio acción en 118 encuentros y fue a batear en 391 oportunidades, muchas más de las que normalmente acumula un utility. Lo más probable es que no pueda jugar tanto en 2011 –esta vez contó con la complicidad de Mark Teahen, quien no convenció como antesalista y luego se lesionó, así como con la inmadurez de Dayán Viciedo, que todavía es prospecto–, pero recibirá la oportunidad. Por lo pronto, ya Oswaldo Guillén declaró que pedirá su vuelta para la campaña venidera.
Félix Hernández recibió nuevamente el apoyo de Peter Gammons, al publicar el periodista, miembro del Salón de la Fama, cuáles deben ser, a su juicio, los ganadores de premios al final de la temporada. Para Gammons, los más valiosos serán Joey Votto y Josh Hamilton, y los mejores novatos serán Buster Posey y Neftalí Féliz, aunque no se atreve a vaticinar el Cy Young de la Liga Nacional, pues «están totalmente emparejados» Roy Halladay y Adam Wainright.
Magglio Ordóñez será agente libre. El Detroit News publicó que los Tigres no ejercerán su derecho sobre la opción por 2011 que tiene el contrato del falconiano, por ser demasiado cara, 15 millones de dólares. El gerente general Dave Dombrowski dijo al periódico, sin embargo, que mantiene la mente abierta en cuanto a la posibilidad de negociar un pacto nuevo con Ordóñez. Según la nota, el criollo le dijo a Dombrowski que desea regresar.
Carlos Guillén no tiene lugar en la alineación de los Tigres para 2011, ahora mismo. La advertencia es de la propia página oficial del equipo, que citó la situación de salud del jugador, operado de la rodilla, para justificar la incertidumbre. Guillén espera estar sano para el spring training y ha dicho que jugará donde le pongan, aunque es plausible creer que la gerencia tratará de llenar huecos durante el receso invernal.
Víctor Martínez no abrió el último juego de la temporada de los Medias Rojas, en un aparente gesto del manager Terry Francona de permitirle al veterano Jason Varitek empezar detrás del plato el que podría ser el último choque de su carrera como capitán de Boston.
Armando Galarraga terminó su agridulce accionar en 2009 con el mejor retrato posible de lo que resultó una campaña de contrastes, de blancos y negros: con un juego completo ante los Reales, en el que resultó derrotado. En siete innings, el sábado, permitió tres hits, dos carreras, un boleto y ponchó a siete.
