Almirante Lerew

Anthony Lerew consiguió ayer el tercer no-hitter en la historia de los Caracas-Magallanes y el primero de los turcos contra su más acérrimo rival

VALENCIA
El único magallanero que anoche estaba esperando un imparable del Caracas se llama Anthony Lerew.

Lerew se convirtió ayer en el duodécimo pitcher que tira un juego sin hits ni carreras en esta liga, contando las postemporadas, y entró a la historia como el autor de la décimo sexta joya de este tipo, incluyendo faenas combinadas, y a pesar de eso, se pasó los últimos innings diciéndole a sus técnicos que se sentía demasiado cansado.

“Nunca he tirado tantos pitcheos, 106”, justificó el derecho, que sometió a los Leones en el estadio José Bernardo Pérez, camino a una victoria 6 rayitas por 0 que niveló la serie particular entre los Eternos Rivales, después de cuatro encuentros. “Por eso, después del quinto le dije al manager: sácame apenas me den el primero”.

Gregorio Machado nunca pudo hacer ese viaje al montículo, para llevarse a Lerew. Ni siquiera pasó por su cabeza ni le dio el diestro de los Atléticos de Oakland motivos para hacerlo.

El estadounidense, un veterano de cinco temporadas en las grandes ligas y 10 en el beisbol profesional, jamás había completado la hazaña a la que, como un héroe de la antigüedad, se vio obligado, incluso contra su voluntad.

Robinson Chirinos, el afortunado catcher de la jornada, lo recordó claramente.

“Como él decía que estaba cansado, que quería que lo relevaran, yo le respondí: vas a lanzar completo, porque vas a tirar no-hit no-run”, rió el receptor. Y acertó.

No es común que un serpentinero hable de un encuentro sin indiscutibles en plena acción. Todos dicen que es mala suerte. Quizás esta vez no se cumplió el mal augurio, precisamente porque el deseo de Lerew era no seguir ahí.

Todos en el estadio repararon en lo que estaba sucediendo, a medida que el duelo avanzó. Caracas se llenó de errores y boletos, en medio de una inusual mala salida de Ronald Uviedo, y la nave ganaba 3 por 0 después de cuatro actos. Una rebelión en el sexto elevó el marcador a 6 por 0 y liquidó todo otro interés que no fuera la gesta del norteamericano.

Y realmente fue una joya. Apenas cuatro outs ocurrieron fuera del cuadro. Mezclando cambios, curvas y rectas ponchó a cuatro y sacó otros 13 outs por el suelo. Sólo cuatro boletos evitaron la perfección.

“Todo lo hizo él”, afirmó Chirinos. “Obligó a los bateadores del Caracas a hacer swing temprano y sacó los outs”.

Lerew tuvo otro punto de vista.

“No chequeé ninguna de las señas que me dio”, indicó el héroe de la noche. “Dedo que bajaba, pitcheo que yo hacía. Lancé siempre lo que él me pidió”.

El público se fue involucrando cada vez más y Lerew lo agradeció.

“Si no fuera por esa energía, no habría podido seguir”, comentó, y agregó en castellano: “¡Un, dos, tres!”.
Los sonoros aplausos del octavo inning se convirtieron en emoción, al saltar el pitcher al terreno, en el noveno, y paroxismo después, con el out 25, que consiguió obligando a José Lobatón a elevar a la intermedia. Y como todo no-hitter tiene un momento de vértigo, en el que la proeza corre el riesgo de perderse, Eduardo Pérez consiguió cuatro malas y Marwin González sacudió una línea por todo el centro, que normalmente hubiera sido un sencillo.

No lo fue. Lerew metió el guante por instinto y decapitó el batazo. Pérez, sorprendido en el brinco a segunda, quedó demasiado lejos de la base. Por eso, el veterano de 28 años de edad pudo correr hacia primera, lleno de gozo, para pisar la almohadilla y él mismo completar su hazaña.

“Mientras corría iba pensando: ojalá no me lesione cuando estemos celebrando”, soltó con una carcajada. Y al poner su pie sobre el saco, le dio a los turcos su primer no-hitter desde 1996 y el tercero de la nave en su historia.

Anthony Lerew hará otra salida y se marchará el 29 a Estados Unidos, aunque admitió que evaluará la posibilidad de regresar esta misma campaña… Eduard Pinto se convirtió en el magallanero más joven en la historia, al cubrir el center los últimos dos innings, con 16 años y 28 días de nacido. Sustituyó a Endy Chávez, quien salió por precaución, para no forzar su rodilla operada… Gregorio Petit estaba en el lineup del Caracas, pero se resintió de su dolencia muscular y fue removido… 16.348 personas pagaron entradas en el José Bernardo Pérez.

Anthony Lerew no cree en cábalas. Durante la segunda parte de su juego sin hits ni carreras, anoche, se la pasó hablando de la gema con su cuerpo técnico y su receptor, y al comentar sobre su rutina previa al encuentro, tratando de hallar una anécdota que anunciara la inminencia de la hazaña, soltó, entre risas: “Lo único que hice diferente fue ponerle extra de kétchup al clubsandwich”.

Este nativo de Carlisle, Pennsylvania, nacido hace 28 años y 24 días, se declaró un hombre feliz, a sólo días del nacimiento de su hijo y momentos después de lograr una joya.

“Me siento realmente bien, ahora mismo”, comentó. “Fue increíble el apoyo del público. La energía de la multitud fue lo que me hizo seguir adelante”.

Sentado con la escolta de sus jefes —el manager Gregorio Machado y el gerente deportivo Luis Blasini—, Lerew dejó colar una duda al hablar de su inminente partida a casa, el lunes 29.

“He tirado demasiados innings”, razonó. “Pero voy a pensarlo. Me gustaría volver, aunque, por otra parte, necesito descansar para llegar fuerte a los entrenamientos”.

Completar un choque sin imparables ni anotaciones es una gloria. Y Lerew comprobó que sabe aún mejor contra el eterno rival.

“Un no-hit es algo especial”, señaló el derecho. “Pero es mejor contra el Caracas. Contra el Caracas es la guinda del pastel”.

Luis Tiant había sido el último en someter a los Leones sin hits ni carreras, el 14 de noviembre de 1971, con los Tiburones, en la famosa “Venganza de Tiant”