El emergente

¿Quiénes se quedarán este año?

Es la pregunta más repetida en estas fechas: ¿cuál será la sorpresa venezolana en el spring training, entre quienes acuden como invitados a los entrenamientos?

Es la típica pregunta en esta época: ¿cuáles venezolano se quedarán en las grandes ligas? Y más preciso aún, ¿quiénes, entre la legión de invitados, tienen la posibilidad de hacer el grado?

Esto último tiende a engaños. Entre los 43 criollos convidados al spring training sin lugar en los rosters hay varios veteranos y ex grandeligas, lo que tiende a causar engaño.

El año pasado, de 40 nativos que asistieron a los entrenamientos con una invitación, apenas uno, Miguel Cairo, se quedó en las mayores para el día inaugural.

Eso es poco menos de 3 por ciento del total de aquellos que viajaron sin lugar en las nóminas de 40. Una tendencia que se repite, como nos comenta nuestro compañero Alexander Mendoza, al señalar que Cairo fue también el único sobreviviente en 2009.

Así que cabe volver a preguntar: ¿quiénes se quedarán en las mayores?

Hay razones que explican por qué la enorme mayoría de los invitados termina en las menores.

Primero, un buen número de jugadores con esta figura son receptores jóvenes, caretas con poco recorrido, aún en formación. Los entrenamientos primaverales obligan a esto, pues la cantidad de lanzadores en cada campo es grande.

Hay equipos que cuentan hasta con 40 pitchers en sus bases de trabajo. Y por estas fechas, cada monticulista debe hacer una sesión de bullpen cada dos días. Tantos brazos necesitan de muchas mascotas y eso explica que novatos como Rossmel Pérez y veteranos como Carlos Maldonado o Gustavo Molina estén presentes, aunque tengan por delante demasiados candidatos a lograr la titularidad y la suplencia.

A ellos debemos sumar los prospectos, talentos puros, aún en formación, que acuden al spring training para ser formados en el ambiente de las grandes ligas, a fin de irles acostumbrando a respirar el aire que, Dios mediante, en un futuro respirarán a diario.

Figuras en formación como el campocorto Ehire Adrianza, el lanzador Henderson Álvarez o el jardinero Avisail García entran en este grupo. El destino de ellos, salvo sorpresa mayúscula, es ir a las granjas, para seguir madurando, no importa los números que pongan en los juegos de exhibición.

Están, además, los jugadores contratados para contar con profundidad en las filiales, especie de seguro de vida contra lesiones y problemas inesperados. Raúl Chávez con los Mets, por ejemplo. O Luis Rodríguez con los Marineros.

Lo normal es que no se queden, salvo que aquellos que están llamados a hacer el equipo sufran un problema repentino, generalmente de salud. La lista, así se reduce enormemente.

Eso nos deja con un puñado de peloteros con opción de quedarse, a pesar de no tener hoy mismo un puesto en los rosters.

Miguel Socolovich con los Medias Blancas y Yohan Pino con los Indios; Enrique González y Argenis Díaz con los Tigres; Yorman Bazardo con los Mellizos y Freddy García con los Yanquis; Yusmeiro Petit con los Marineros y Endy Chávez con los Rangers; Wilfredo Ledezma con los Azulejos y Víctor Gárate con los Marlins; Fernando Nieve con los Piratas, Jesús Guzmán y Oscar Salazar con los Padres. ¿Cuál de ellos tiene una opción real de quedarse?

García, probablemente; quizás Chávez, si está completamente recuperado de la operación en la rodilla; alguno de los relevistas zurdos, por aquello de cuán difícil es hallar zurdos buenos.

Fernando Nieve, con los Piratas, debería quedarse, si disfruta de un buen spring training, y no mucho más; acaso la dupla formada en los Padres por los utilitys Jesús Guzmán y Oscar Salazar.

Al final ¿quiénes de todos esos harán el grado? García, Nieve, Guzmán y quizás Endy Chávez o Ledezma, allí podría estar la lista de 2012. Esperemos a ver.

Publicado en El Nacional, el domingo 20 de febrero de 2011.