Sólo un bateador como Luis Arráez es capaz de descifrar a un lanzador con el presente como Shota Imanaga. El venezolano ingresó como bateador emergente el martes, con la misión de cortarle la inspiración al brillante japonés de los Cachorros, quien hasta ese momento blanqueaba a los Padres.
La Regadera de Venezuela tomó el turno en lugar del receptor Kyle Higashioka para abrir la octava entrada San Diego, en el mítico Wrigley Field. ¿El resultado? Un sencillo hacia la segunda base, fiel al estilo del bicampeón de bateo.
Ese hit de Luis Arráez inspiró a su compañero Jurickson Profar, quien le secundó con un jonrón para voltear la pizarra, de un sopetón, a 2-1. Batazo que, además, despidió al nipón, aunque en definitiva terminaría sin decisión, porque Chicago retomó el control definitivo 3-2.
Conectarle los lanzamientos al asiático en este comienzo de temporada, ha sido uno de los mayores enigmas de las Grandes Ligas. No por nada, se mantiene como líder en efectividad de ambos circuitos, con microscópico 1.08 tras 41.2 episodios. Sin embargo, el yaracuyano cumplió con la primera parte de la misión, que luego complementó el curazoleño.
CUMPLIDOR
Luis Arráez terminó la jornada de 1-1. Tras anotar con el batazo de Profar, no jugó a la defensiva, algo que sólo ha hecho en uno de los cuatro juegos que ha disputado con San Diego desde el cambio.
Eso sí, con todo y que su average ante zurdos, como era el caso de Imanaga, el vinotinto compila .274, recibió la confianza del mánager Mike Shildt para aproximarse al cajón de bateo. Y no deslució.
La línea ofensiva en la contienda para habilidoso hiteador zurdo quedó en .307/ .354/ .379. Con 47 inatrapables y 25 pisadas al plato.
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Para Luis Arráez fue su décimo hit de por vida como bateador emergente, luego de 32 turnos. En esa condición, su promedio de bateo vitalicia de .313 también demuestra su capacidad para repartir imparables con extraordinaria frecuencia.
Foto: @padres