El manager de Margarita alista a distancia la venidera temporada. Hace casi 40 años formó parte del Poder Negro del Magallanes. Hoy quiere llevar aquella pasión a la isla
PHOENIX
Hay algo que un joven pelotero estadounidense, que entonces daba sus primeros pasos por las grandes ligas, no puede olvidar de su paso por Venezuela, hace casi cuatro décadas ya.
“Recuerdo la pasión por el juego”, señaló con voz lenta Don Baylor, antes de agregar, con total naturalidad: “Y la pasión de la gente. Recuerdo cómo quemaban cosas y hacían fogatas en las gradas durante los partidos entre Caracas y Magallanes”.
Baylor fue parte del Poder Negro de los Navegantes, aquel legendario desfile de figuras afroamericanas que pasó por la escuadra turca. En la temporada 74-75 compartió equipo con Dave Parker, Jim Holt y Omar Moreno, y dejó su huella en Valencia, antes de consolidarse como estrella en las mayores.
Rubén Mijares fue su gerente general entonces y lo será otra vez en la 2011-2012, cuando finalmente llegue a Margarita. Porque el coach de los Cascabeles, otrora Manager del Año con los Rockies y ex timonel de los Cachorros, alista a diario su regreso al país como piloto de los Bravos.
“Voy a demorarme, por estar aquí en los playoffs”, lamentó. “Pero para eso tengo un gran staff. Me tomé bastante tiempo para hacerlo y por eso escogí muy bien a mis coaches”.
Baylor, de hecho, tuvo una reunión formal de trabajo con Bam-Bam Meulens en Phoenix, aprovechando la visita de los Gigantes. También mantiene contacto con José Alguacil y afirma que todos los días consulta a Henry Blanco sobre lo que le espera en la isla.
“Henry es el capitán del equipo y un muy buen tipo”, soltó el estratega. “Me gusta mucho que estemos en el mismo club, porque es un líder, alguien con experiencia, casi un coach”.
¿Qué busca en el beisbol invernal un técnico con la trayectoria de Baylor?
“Quiero volver a dirigir en las grandes ligas y esta es una manera de decir que ando por ahí”, comenzó el ex jardinero. “Pero esa no es mi meta principal. Rubén es la razón por la que voy a sacrificar el Día de Acción de Gracias y la Navidad. Rubén sabe ser muy persistente. Aunque será bueno regresar. Con suerte, podré ayudar a los peloteros a jugar mejor y podré devolverle algo a Venezuela”.
Baylor, en realidad, le ha dado mucho al país beisbolero en el que debutó con el uniforme del Magallanes. Fue el responsable de hacer que Andrés Galarraga se convirtiera en súper estrella y, años después, también ayudó a Carlos González a conseguir un título de bateo.
“Tengo grandes amigos venezolanos”, admitió. Y espera pasarla bien. “Adoro comer pescado, el arroz y las caraotas. Me encanta la cultura. Y quiero jugar un beisbol emocionante, con energía: doble robo, manufacturar carreras, como se jugaba en las ligas negras. Aprendí a jugar con tipos como Frank Robinson y quiero hacerlo así en Venezuela”.
Baylor conserva sus visitas al estadio Universitario entre los momentos imborrables de su vida.
“Dave Parker estaba en mi equipo y Rick Dempsey estaba con los Leones”, apuntó. “Podíamos estar gritándonos cosas durante todo el juego, había una gran rivalidad. Eso no se ve ahora. Venezuela es un país apasionado por la pelota, y yo quisiera llevar esa atmósfera y esa pasión a los Bravos”.
Don Baylor dirigió en grandes ligas durante nueve temporadas. En total suma 440 victorias en 909 partidos. En 1995 avanzó a los playoffs como comodín con Colorado
Don Baylor ha hablado con Andrés Galarraga sobre verse en Margarita, pero quería más. Deseaba tenerle como su coach de banca con los Bravos. Durante semanas, casi meses, esperó una respuesta afirmativa del jugador a quien cambió el estilo de batear en 1992, conduciéndole al título de bateo y el estrellato, un año después. “Pero Andrés es un caraquista”, sonrió Baylor. “Es como si una figura de los Yanquis pasara a los Medias Rojas. Nunca me dijo que no, pero lo conozco; tardó y tardó en responder. No quería darme una negativa”.
Publicada en El Nacional, el martes 27 de septiembre de 2011.
