El legado de Ozzie
Oswaldo Guillén deja cifras muy respetables a su paso como manager de Chicago
Detroit- Que no engañe a nadie el final entre Oswaldo Guillén y los Medias Blancas. El estratega venezolano deja un brillante legado en Chicago.
Ganó la Serie Mundial de 2005, la primera para la organización tras una espera de 88 años.
Consiguió dos títulos divisionales, el único piloto en la historia del equipo que ha podido hacerlo.
Sumó cinco campañas con más victorias que derrotas, únicamente superado en la franquicia por el inmortal Al López.
Cerró con 1.295 partidos dirigidos, 678 juegos ganados y 617 perdidos, en el tercer lugar detrás de Jimmy Dykes y López en cada uno de esos departamentos.
Deja un porcentaje de éxito de .524 puntos, el sexto más sobresaliente en la historia de los patiblancos, contando a todos los estrategas que han dirigido 400 duelos o más allí.
Es el noveno entre los 30 actuales timoneles en la gran carpa, contando el récord de ganados y perdidos.
Lo demás es debatible. Sus eléctricas intervenciones, su estilo tan particular, sus decisiones en el terreno. Incluso la idea, bastante sustentable, de que puso a los Medias Blancas en el mapa y en los medios, en una ciudad donde pasaron décadas a la sombra de los Cachorros.
Lo que no pudo completar como shortstop —meterse entre las leyendas de la centenaria divisa, por causa de una lesión en la rodilla que redujo su alcance en el mejor momento de su carrera— lo ha conseguido como estratega: ubicarse entre los más notables y exitosos conductores que han pasado por la zona sur de Chicago.
Ya veremos si algún día vive una segunda parte como estratega allá y puede aumentar los números que dejó.
Maravillo trabajo!
Gracias, Jóse!