El emergente

El sorpresivo despido de Darin Mastroianni

Cleo James es el responsable de que Darin Mastroianni, el líder anotador del campeonato, no pueda jugar en otro equipo esta temporada, a pesar de haber sido dejado en libertad por las Águilas, el sábado.

James es, de acuerdo con la leyenda, el último importado que defendió dos escuadras en una misma campaña, sin haber sido tomado como refuerzo.

“Yo era un muchacho cuando eso pasó”, contó ayer Domingo Álvarez, periodista y actual gerente general de la LVBP. “Jones era un prospectazo y vino para los Llaneros de Acarigua, aquel equipo que sólo jugó en una temporada”.

El toletero derecho acababa de llegar a las mayores con los Dodgers. Vino al país en tres torneos y, al parecer, el suceso que protagonizó ocurrió en la segunda incursión, la temporada 1969-1970, la primera de las Águilas, herederas de los Llaneros.

“James bateó muy poco y fue despedido”, recordó Álvarez. “Pero como era un gran prospecto, fue contratado de inmediato por los Leones y se soltó a batear. Se corrió la versión de que a Jones no le gustaba la ciudad y quería que lo botaran, para jugar en la capital. Por eso, a partir de allí se aprobó que nunca más un importado podría volver a jugar en el mismo campeonato con un equipo diferente, en caso de ser dejado libre”.

Los números que dejó el jardinero se prestan para el contraste: con Zulia ligó para .212, con un extrabase; firmado por el Caracas, conectó para .342 y dejó un slugging de .500 puntos.

Mastroianni tiene herramientas, números e historial para atraer a otras divisas de la LVBP, necesitadas de un patrullero central y primer bate. Los Leones, los Cardenales y los Tigres necesitan un jugador así. Y si nos permiten la paradoja, ahora también lo necesitan las Águilas.

El “italiano” bateó únicamente para .255 de average y, según la oficina, según el manager Lipso Nava y según la versión oficial que maneja la prensa zuliana, fue despedido por bajo rendimiento.

Hubo un episodio con el coach Bárbaro Garbey que las partes no desmienten y que sería la razón lógica de la medida, si no fuera porque todos los involucrados aseguran que el altercado no tuvo que ver con la decisión.

Más allá de especulaciones, los rapaces se enfrentaban a una realidad compleja, con cuatro jardineros importados en la nómina. Revisando el average de los cuatro patrulleros, el de Mastroianni era el peor, exceptuando a Dan Brewer, que apenas tenía siete turnos. Y sin embargo, posiblemente haya sido el más valioso de los cuatro.

Es un error considerar bajo el rendimiento de Mastroianni.

Para comenzar, es el líder de la liga en carreras anotadas. ¿Una casualidad? No, porque su promedio de embasado era de .369, es decir, 35 puntos por arriba de la media de la liga y 34 puntos mejor que la media del Zulia.

El estadounidense hilvanó una seguidilla de 20 partidos llegando a salvo a las almohadillas, lo que explica su cantidad de anotadas.

Sus 17 boletos sólo eran superados entre los aguiluchos por los 18 de Ernesto Mejía. Y todo eso, sin contar con su eficiente defensa en el center.

¿Dónde pudo estar ese bajo rendimiento? ¿En su average de .255? ¿Y qué importa que batee .200, si su rol como primer bate es embasarse, correr, anotar y, como bonus track, tomar elevados en el outfield?

Mastroianni puede hacer todo eso, y hacerlo bien. Su rol como pistón del motor zuliano se refleja en que bateó para .327 en los encuentros que ganaron los occidentales y sólo para .180 cuando estos perdieron. ¿Había una interdependencia entre él y los resultados del club? Ya se verá.

Pero es una lástima que por culpa de Cleo James no podamos ver a Mastroianni mostrar sus habilidades con otro uniforme.

Publicado en El Nacional, el lunes 21 de noviembre de 2011.