El merideño sabe que lo del jueves no fue sino el primer paso de un nuevo camino, el que conduce de regreso a la cima. Admite que su recta no es la de antes, pero asegura que puede sacarle partido. El balance es positivo
NUEVA YORK
Johan Santana está feliz. Lo dice, pero no es necesario. Se nota en su rostro y en las caras de sus allegados, en el ánimo de la fanaticada de los Mets, en la actitud esperanzada de quienes integran el departamento de prensa del equipo.
Todos sonrieron el jueves, luego de que el as merideño tirara cinco innings en blanco contra los Bravos, su primer duelo oficial desde septiembre de 2010.
La rehabilitación quedó atrás, pero no el trabajo en este nuevo camino, el que lleva de regreso a la cima, donde estaba el zurdo antes de la lesión.
-¿Cuán satisfecho estás?
-Todavía estoy trabajando. Tengo que llevar esto con mucho cuidado. No debo tratar de hacer demasiado. Lo más importante es tratar de ser yo mismo. Lo más importante para mí es ser parte del equipo. Ya haber estado allá adentro con mis compañeros es un gran logro. Lo que queda ahora es seguir poniendo juntas las piezas, para tener el chance de ser exitoso de nuevo.
-¿Y cuál es el significado de este primer juego?
-Significa mucho. Mucho. He trabajado muy duro. He tenido días buenos y días malos. Pero ahora puedo contribuir, ayudar de algún modo. Ha sido un trabajo duro no sólo por mi parte, sino por los trainers, por los coaches, por todo el mundo. Estoy muy feliz por cómo todo se ha dado.
-¿Podías ir una entrada más? ¿Prefirieron cuidarte? ¿Estabas cansado?
-Estoy bien. Es que sólo una vez había hecho más de 80 envíos en el spring training. Pero estoy bien. Ya puedo competir y sacar outs. Cuando estás allá adentro no estás pensando en cuántos pitcheos tienes, sólo quieres ir un inning más. Pero sacarme del juego fue la decisión correcta.
-¿Cómo sentiste la velocidad de los pitcheos?
-Mi recta ya no es lo que era antes. Pero lanzar, para mí, es mantener fuera de balance a los bateadores y eso fue lo que hice. Si tiré a 86, a 90, a 88 millas por hora, no lo sé. Lo importante es poder cambiar las velocidades y mover la pelota.
-¿Cuál es el próximo paso?
-Tengo que seguir trabajando mis pitcheos. Conforme avance la temporada, iré recuperando mi fuerza y la resistencia para ir más lejos en cada juego.
-¿Cambiaste algo en tu rutina, hiciste algo diferente antes de este primer encuentro?
-Todo fue igual. Lo único diferente es la rutina que tengo que seguir ahora, desde que comencé la rehabilitación. Tengo que hacerme masajes y cumplir ejercicios que por lo regular no hacía en años anteriores. Es una terapia que dura hora y media.
-¿Te han dicho si debes seguir con eso el resto de tu carrera o sólo mientras el hombro termina de fortalecerse?
-Es algo que el tiempo dirá, pero desde el año pasado lo he hecho de manera consistente, incluso los días que no lanzo. Estiramientos, masajes, toda una rutina que anexas a la preparación para el juego. Pasé dos horas, dos horas y media antes de abrir. Antes yo tomaba una hora de preparación.
-¿Dónde pones tu regreso, al compararlo con tus grandes días en el beisbol, desde el debut hasta ahora?
-Para mí ha sido un día muy importante, porque regresar después de tanto tiempo, y regresar de esta manera, es excelente. Deja saber que todo el trabajo que se hizo fue positivo. En años anteriores he tenido oportunidad de hacer tantas cosas, pero este, que es un regreso de algo tan difícil, me llena de satisfacción. Aunque siempre tuve la convicción de que lo podía hacer.
-Fuiste el pelotero más aplaudido en la presentación del equipo, ¿te afectó de algún modo?
-Cuando salí a calentar, la reacción del fanático fue muy positiva. Quiero darle las gracias a todos aquellos que me apoyaron cuando caí lesionado y siempre creyeron en mí.
-Usaste muchísimo el slider, un pitcheo que en los últimos años no usabas casi.
-Siempre he tenido el slider. Lo que pasa es que en los últimos tres años, por las astillas que tuve en el codo, no podía lanzarlo. Creo que voy a conseguir más regularidad cuando pueda seguir usándolo.
-¿Llegaste a pensar en algún instante, así fuera fugaz, que no podrías regresar?
-No. Por el contrario, era un reto las ganas que sentía, las ansias de querer regresar, de compartir con todos en este equipo. Pero no sabía cuándo podría hacerlo.
Publicado en El Nacional, el sábado 7 de abril de 2012.
