Así vive
Detroit la Serie Mundial
DETROIT
grande es la noticia de una Serie Mundial en Detroit: tanto la primera plana
del Detroit Free Press como la de The Detroit News, el viernes, estuvieron
dedicadas íntegramente al segundo juego del clásico de octubre.
No hablamos de
la primera página de la sección de deportes. No decimos que los editores
decidieron abrir con la noticia del encuentro entre los Tigres y los Gigantes.
Imaginen que El Nacional y El Universal publicaran a todo lo ancho
de la primera plana un enorme titular, un gran sumario, una fotografía
desplegada al máximo y la reseña de un juego de la final de nuestra liga de
beisbol profesional.
Ninguna noticia sobre política. Nada de sucesos (algún
día, Dios mediante, los sucesos dejarán de ser noticia de primera plana en
Venezuela). Nada de economía. Nada, salvo beisbol.
¿Se dan cuenta de lo que
esto refleja?
El Free Press
únicamente dejó para otros asuntos el capitel, dedicado al fallecido boxeador
Emanuel Stewart, un ícono del pugilismo en esta ciudad, más tres llamados a pie
de página, para destacar una noticia de negocios y dos más de… la Serie
Mundial.
El News, por su parte,
dividió en dos el capitel, para avisar que adentro iba una guía sobre las
elecciones presidenciales de noviembre, a la izquierda, y para destacar la
muerte de Stewart, a la derecha; abajo, una pequeña infografía con el
pronóstico del tiempo y tres llamados: uno para dar una noticia de economía y
dos más para hablar de… pues sí, de los Tigres.
Ninguno de los periódicos tenía
algo sobre el clásico de octubre en sus cuerpos deportivos. Pero no crean que
era un error o un despiste. El Free
Press está publicando un suplemento especial de seis páginas dedicado
exclusivamente al choque entre Detroit y San Francisco, en tanto que el News trae encartado un suplemento de
ocho páginas sobre la Serie Mundial. Así de importante es la noticia en esta
metrópolis.
un pie en la Ciudad del Motor para dejarse arropar por este duelo entre
Gigantes y Tigres.
“Bienvenidos a la D”, exclaman los pendones que cuelgan en
diversas puertas del aeropuerto principal de la urbe.
La D es una referencia al
nombre de la localidad, citada según aparece sucintamente en el uniforme de los
bengalíes: con una letra D en estilo germánico, o como aseguran aquí: en viejo
estilo inglés.
“Esta es la ciudad donde se hacen los campeones y se juegan los
campeonatos”, proclaman las pancartas. Por doquier se venden camisetas del
equipo local y figuras en miniatura de las estrellas de los felinos, con Miguel
Cabrera en cada aparador.
La portada de la revista Sports Illustrated, que en
Miami está dedicada a la presentación de la temporada de la NBA y al Heat, el
quinteto local, en Detroit tiene una fotografía del aragüeño con ambos brazos
abiertos, en actitud de triunfo, en el terreno de juego, presumiblemente al
iniciarse la celebración por la barrida sobre los Yanquis, en la Serie de
Campeonato de la Liga Americana. “Témanle a su grandeza”, exclama la
publicación.
está adornada de avisos, letreros y pancartas que aluden el clásico. Algunos,
fijados en las puertas de locales comerciales, simplemente aúpan a los Tigres;
otros, como el descomunal aviso de al menos 15 metros de altura cercano a
nuestro hotel, en el centro, llaman a tener fe en la victoria fina.l
Detroit no
celebra un campeonato desde 1984, los tiempos de Sparky Anderson, Alan
Trammell, Lou Whitaker y Kirk Gibson. La Serie Mundial de 2006 fue una
decepción de cinco partidos contra los Cardenales.
No hay noticia más
importante aquí. Detroit quiere festejar.
Saludos Ignacio, feliz domingo. no he leído muchas columnas de ustedes cronistas deportivos, incluído don Juan Vené. Es muy sabroso respirar ese ambiente de beisbol que describes Detroit, al igual que otras muchas franquicias merecen ganar varias series. La eliminación de los yankees me pareció muy merecida para un equipo que no tenía deseos de jugar al beisbol. Visto lo ocurrido, a pesar de ser aficionado, no fanático, de los yankees, me parece que más méritos tenían los Orioles. Pero con el equipo de Detroit ha pasado que en cierto modo se les subieron los humos a la cabeza, llegaron ensalzados por la prensa a la serie y ya la consideraban ganada de antemano. Se llevaron tremenda sorpresa. En la cara se les ve la impotencia y la incredulidad, como si los jugadores de los Gigantes fueran mochos> Ahora les queda la tarea del indio, venir de atrás y ganar los 4 próximos juegos. Creo que los tigres necesitan una gran cantidad de cucharadas de jarabe de humildad. Ya la cara de "sobraos " se les borró y les apareció la de frustración. Desde luego esta es una opinión personal. Lo siento por los aficionados al buen beisbol y de los tigres en particular. Saludos estimado, muy buenas tus columnas y trabajos, felicitaciones