A mis
colegas, con quienes comparto la primera y principal obligación de todo
periodista: informar los hechos tal como son
Arturo
Marcano, abogado especializado en el área deportiva, se mostró escéptico hace
poco, al referirse a las distintas maneras en que el periodismo venezolano contabiliza
a los nativos que han pasado por las grandes ligas.
aceptada por todos, pero no sé cómo lograr eso”, dijo, en un lapsus de fe.
fue el número 300 en jugar en las mayores? ¿Mauricio Robles o Ehire Adrianza?
¿O debemos reconocer a Miguel González, por ser quien reconoce Baseball-Reference?
Sports Bureau? Posiblemente a este último. Pero eso significaría aceptar en la
lista a Josh Barfield y consentir que no entren Aurelio Monteagudo ni Felipe
Paulino, porque el primero nació en el país y los dos últimos lo hicieron
fuera.
colega que cuenta a Barfield nos preguntaba eso en la semana que acaba de
terminar. ¿Cómo convencer a quienes lo dejan fuera, a pesar de ser
barquisimetano?
encargará de hacerlo y eso ocurrirá antes del final de esta década.
Un
periodista de importante trayectoria, ubicado en la acera de quienes no
incluyen a Barfield, nos explicaba así su posición: “Para mí, la lista de
venezolanos en las grandes ligas es el reflejo del desarrollo de este beisbol,
y él nunca jugó aquí ni se formó aquí. Monteagudo, en cambio, no sólo se nacionalizó,
sino que fue figura de la LVBP”.
Muy cierto. Pero habría que cambiar el nombre
de la lista, sin embargo. Si se trata de elaborar el grupo de venezolanos en la
gran carpa, únicamente podemos tomar en cuenta dos variables: quiénes son legalmente
venezolanos y quiénes han jugado en las mayores al ostentar esa nacionalidad. Barfield la tiene y la Constitución Nacional impide que le sea negada.
Pero
dejemos a un lado al ex infielder de los Padres y los Indios. Veamos lo que nos
depara el futuro inmediato y por qué quienes hoy se alinean en contra del
larense terminarán también de este lado de los argumentos, así sea por resignación.
Asuaje y Luis Guillorme son venezolanos por nacimiento, pero se formaron en la
pelota colegial de Estados Unidos. Sus familias emigraron hace varios años y en
junio ambos dieron el salto al beisbol organizado, a través del draft amateur
que anualmente se realiza en el norte. Al igual que ellos, otros miles de
compatriotas, niños y adolescentes, juegan pelota en aquel país, muchos con el
sueño de ser grandeligas.
Venezuela se ha convertido en una nación de
emigrantes, en contra de lo que fue su historia. Pronto entrarán al draft los
primeros muchachos nacidos allá, formados completamente allá, pero que, por ser
hijos de padre y madre venezolanos son también venezolanos por nacimiento.
Algunos probablemente hablarán castellano con acento, o quizás sólo inglés. Tendrán
apellidos hispanos, en su mayoría, pero su relación con Venezuela será
tangencial o nula.
¿Qué vamos a hacer los periodistas con esos próximos bigleaguers?
¿Contabilizarlos, en un alarde patriótico? ¿O dejarlos por fuera, como algunos dejan
fuera a Barfield porque también es estadounidense?
Más de un millón de
venezolanos viven en el extranjero y sus hijos, en muchos casos, pueden
sentirse extranjeros respecto a Venezuela. Esto es natural e inevitable.
Por
eso no hay que convencer a nadie. Cuando Guillorme, Asuaje y los que vendrán
después de ellos estén a punto de ser llamados, dentro de seis o siete años,
estaremos buscando al criollo número 400 en la lista.
La polémica renacerá,
pero los hechos estarán a punto de convencer a quienes hoy dejan a Barfield por
fuera.
Publicado en El Nacional, el lunes 16 de septiembre de 2013.
Excelente artículo. Siempre he dicho que eres un reflejo del buen periodismo. Tu planteamiento tiene mucha validez. No obstante, soy de los que digo: venezolano es todo aquél que nazca y se críe en el país, o que venga a tierna edad. Esa primaria y secundaria es la raíz de todo venezolano; le da la idiosincrasia. Ej. Carl Herrera (trinitario), Ricardo Montaner (argentino), Illen Chester (judio-polaco)… y otros. Vinieron tiernos, son venezolanos. Josh Barfield, el que mencionas, es estadounidense – punto… En el caso de Aurelio Monteagudo, tenía 20 años cuando vino a nuestro país. Debuta en MLB como cubano. Claro, luego se nacionalizó venezolano (tú no habías nacido) todo por una componenda para tener otro refuerzo los Leones del Caracas. NO es nativo ni criado; sino nacionalizado cuando tenía más de 20 años. Entra en otro renglón… Ignacio, un abrazo!!!
Yo tengo 301 grandesligas incluyendo a Monteagudo, Paulino y Barfield. De hecho Ehire Adrianza es el 300 para mi. Incluso en mi artículo específico el caso de Monteagudo. Ignacio tiene razón aquellos que se fueron del país por x circunstancias y tuvieron hijos y se criaron allá deben ser tomados en cuenta si llegan a jugar, sin haber pisado el terreno de Venezuela.
Allí está el fútbol con Amorebieta, los Feltchers, Túñez, González, entre otros, algunos jugaron en las inferiores de las selecciones de sus países pero al momento del salto se decidieron por Venezuela y hoy los reportes de prensa los ubica como venezolanos y reseñan sus actuaciones.
El béisbol va por el mismo camino
Excelente Ignacio… En la lista que manejo van 302, pueden revisarlo en http://www.beisblog.net/blog/?page_id=10393 y sobre el porque de ese numero pueden verlo en http://www.beisblog.net/blog/?page_id=10391