Héctor Sánchez le
recibió a Tim Lincecum el juego sin
hits y según el aragüeño, más allá de cómo trabajo el derecho, lo impresionante
estuvo en su manejo de los sentimientos. Para el aragüeño, un juego sin hits es
algo único.
«Hacer el último out es impresionante, es un
sentimiento único», le contó a CSN Bay Area.
sentimiento único», le contó a CSN Bay Area.
«Antes de eso, no puedes
prestarle atención a la pizarra ni tampoco presionarte», explicó. «Tienes que saber pedir
el mejor pitcheo y hacerlo bien. No puedes presionarte ni nada por el estilo.
Antes del final debes estar concentrado al ciento por ciento. Después, viene la
euforia».
prestarle atención a la pizarra ni tampoco presionarte», explicó. «Tienes que saber pedir
el mejor pitcheo y hacerlo bien. No puedes presionarte ni nada por el estilo.
Antes del final debes estar concentrado al ciento por ciento. Después, viene la
euforia».
Tim se le vio
bromeando con ustedes en el séptimo inning. ¿Estaba nervioso o tratando de
abstraerse? ¿En algún momento miró a la pizarra para darse cuenta de lo que
ocurría?
bromeando con ustedes en el séptimo inning. ¿Estaba nervioso o tratando de
abstraerse? ¿En algún momento miró a la pizarra para darse cuenta de lo que
ocurría?
Todo el mundo sabe cómo es Tim. Es echador de broma, buena
gente, disfruta su juego. Usted sabe. Trató de hacer su trabajo, disfrutar el
juego. Así de simple.
gente, disfruta su juego. Usted sabe. Trató de hacer su trabajo, disfrutar el
juego. Así de simple.
Este equipo ha estado
mal en los últimos días, creo que necesitaban esto ¿cuál es el motivo de esta
pequeña mala racha?
mal en los últimos días, creo que necesitaban esto ¿cuál es el motivo de esta
pequeña mala racha?
Sí, esto es
importante para nosotros. Creo que necesitábamos ese juego sin hits. Sí,
vivimos un mal momento, pero este equipo siempre juega bien, da el 100 por ciento
y nunca se rinde. Esa es la
clave.
importante para nosotros. Creo que necesitábamos ese juego sin hits. Sí,
vivimos un mal momento, pero este equipo siempre juega bien, da el 100 por ciento
y nunca se rinde. Esa es la
clave.
Alfredo Villasmil Franceschi