Camino a las Grandes Ligas
con algún bocado extra que termina en lamentaciones estomacales. Esa vez comiste
de más.
trabajo del equipo y las cosas no le salieron como esperaba. Esa vez trabajaste
de más.
paró con dolor de cabeza por haber disfrutado un fiestón? Porque bebiste de más.
que he exigido una repetición más, un sprint más, y no me ha ido bien. Exigí de
más.
a que pitche, batee, corra y juegue? Que vaya y que venga, y entre juegos el
padre le exige un poco más al niño, y la emoción abriga el momento, y de
repente surge un bendito dolor.
exceso no es como la línea de cal en el terreno, que define qué pelota está o
no en juego. Incluso con la línea en el terreno se acude a las cámaras, para
verificar lo que en teoría un umpire debe interpretar a simple vista.
a los libros, a la ciencia y tecnología, pero, sobre todo, acudir al mismo niño
que entrena, pues él, en carne viva, le puede decir si puede continuar o no, si
da una repetición más o no, si se siente bien o se siente mal, si está cansado
o conserva energías, si da un extra o no puede darlo. Tu experiencia, con el
tiempo, te dirá si él miente o si dice la verdad.
esto: no siempre más es mejor.
planificado y orientado. La mente del niño se fortalece de forma progresiva
cuando lo sometes al estrés controlado de enfrentar situaciones alcanzables con
esfuerzo.
la exigida por una fuerza externa. Además, las respuestas corporales a esta
entrega son diferentes en niños que en adultos.
él mismo se rebelará, y responderá en la misma intensidad que le diste, pero en
sentido contrario. Y lamentablemente las consecuencias las paga el niño, no su
entrenador o sus padres. Es por ello que debe existir una autoevaluación y
coevaluación de los procesos de entrenamiento deportivo con niños, bajo la
tutela de profesionales para facilitar el camino que va de los análisis
emocionales a los científicos, con bajas consecuencias conflictivas.
lanzamiento más si le duele el brazo?
robar, si le duele la pierna?
exigirle que termine, aun cuando la calidad del trabajo no exista?
entrenando el bateo?
el campeonato?
también puede ser que el entrenador haya planificado de más. Y como el beisbol
es un deporte de equipo, erróneamente se asume que todos pueden hacer el
entrenamiento igual, bajo las mismas exigencias.
ahí está tú respuesta.
es muy usada, pero poco respetada en los diferentes ámbitos sociales que nos
envuelven, tanto familiar, como deportivo, económico, religioso o político: “Cada
cabeza es un mundo”. Y así, cada cuerpo es un mundo.
mismas de su hermano, mucho menos de su compañero de equipo. Habrá similitudes
en muchos casos, puede haber cualidades semejantes, pero otras que sean diferentes.
entrenadores, las que debemos respetar como padres.
empiezan en 2. Es genético. ¿Cómo ayudo al de 2 para que llegue a 5? ¿Cómo
entreno al de 5 para que siga subiendo? Eso es lo que debe plantearse.
mejor de sí mismo, sin exigencias extras.
nivel, poco a poco.
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