El manager de los Mets de Nueva York, Carlos Mendoza, tomó una decisión que terminó siendo determinante en la victoria de este jueves sobre los Cachorros de Chicago.
Francisco Lindor estuvo enfermo con síntomas de gripe el miércoles. Si bien se sentía mejor este jueves y quería jugar, Mendoza no lo puso en la alineación titular.
«Le dije a Lindor que le iba a dar la primera mitad del juego libre, para que descansara. Pero que estuviera listo, porque iba a entrar en el juego en una situación grande», confesó Mendoza después del juego.
En efecto, Mendoza envió a Lindor como bateador emergente en el sexto inning y el boricua respondió con un doblete remolcador de dos carreras para acercar a los Mets, 5-4. Pero eso no es todo, pues Lindor conectó otro doblete para remolcar dos más y dejar en el terreno a los Cachorros en el undécimo inning.
Así que la decisión de Mendoza de sentar inicialmente a Lindor y traerlo desde la banca fue determinante.
El venezolano tuvo el presentimiento de que lo mejor era dejar en la banca a uno de sus mejores jugadores porque iba a necesitarlo con más energía en la parte final del juego. Y Lindor respondió como Mendoza esperaba.
Ahora, los Mets tienen récord de 16 victorias y 15 derrotas. Están ubicados en la tercera posición de la división este de la Liga Nacional.
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Los Mets comienzan este viernes una serie contra los Rays en Tampa Bay. Mendoza buscará darle un día de descanso adicional a su rotación de abridores. Para eso, llamaron al prospecto Christian Scott, quien abrirá el compromiso del sábado. «Será parcialmente una rotación de seis hombres», dijo Mendoza.
Foto: Captura SNY