El manager Dusty Baker fue muy sincero después de los artilleros de los Medias Rojas de Boston vapulearon a sus lanzadores en el tercer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
«Es como el Día de la Marmota», lamentó el timonel. «Una recurrente pesadilla».
El piloto utilizó la famosa película de Harold Ramis para hacer una analogía de lo que ha vivido en esta instancia de la postemporada, sobre todo con su diezmada rotación.
Y comparó su situación actual con el personaje ficticio de Phil Connors en aquel largometraje en donde el periodista repite el mismo día durante toda la trama, hasta convertirse en un mal sueño.
Ningún abridor de los Astros de Houston ha podido pasar del tercer episodio frente a los patirrojos. Framber Valdez, Luis García y José Urquidy han encajado 13 rayitas en 5.1 entradas en los tres primeros compromisos del duelo que definirá al campeón del joven circuito.
“No fue agradable el juego de hoy», admitió el timonel. «Pero el sol saldrá en la mañana”.
BOSTON NO PERDONA
Los brazos de los siderales fueron víctimas del tercer grand slam que disparó la ofensiva dirigida por Alex Cora. Los de Nueva Inglaterra son el primer club en lograr tal cosa en unos playoffs.
Los bateadores de los locales han castigado al pitcheo de los Astros con 21 rayitas en los últimos 18 innings de la serie.
El ataque de los dueños del Fenway Park se hizo más agresivo después de que José Altuve cometiera un error en el segundo episodio del lunes. Un batazo que pudo terminar una amenaza de bases llenas, no fue ejecutado por el venezolano y después Kyle Schwarber la desapareció para sentenciar un rally de seis rayitas con un Grand Slam.
“Fue una jugada difícil», reconoció Baker al terminar el compromiso. «La pelota hizo un bounce justo al frente de él”.
El tablazo del inicialista fue sucedido por jonrones de Christian Arroyo, J.D. Martínez y Rafael Devers para sentenciar la paliza de 12 carreras por 3.
Houston cayó así por segunda jornada seguida y ahora la serie favorece a los Medias Rojas 2 por 1.
LEE TAMBIÉN:
Henderson Álvarez se reporta al Magallanes tras un año de rehabilitación
Ahora a Baker le tocará ser optimista de que el experimentado Zack Greinke hará un buen trabajo y les salvará.
El pitcher no abre un partido desde el 14 de septiembre. Será el responsable de montarse al montículo este martes, para romper el maleficio de esa pesadilla que está viviendo los Astros con sus lanzadores, esa pesadilla que también le pasó a Connors, aunque en su caso fue ficción y no realidad.
Por Marcos Grunfeld