EXTRABASES

Por Alfonso Saer

MAGALLANES tuvo la fórmula –convicción, atrevimiento, entrega– para doblegar al mejor plantel ofensivo de la temporada. Los Navegantes lo hicieron en la ronda regular (6 de 7), la semifinal (3 de 4) y en las postrimerías de la final, en casa ajena, detrás 2-3, sin dobleces ni cabezas gachas. No estaba fácil vencer a Caribes, un fortín en el ataque, defensa bien plantada y dirección acertada. Un club, el oriental, aceitado, pleno, robusto en sus filas, con bateadores de rigor. Pero su oponente tenía los secretos para abatirlo. El instrumento básico no era otro que un buen pitcheo –elemento infalible, factor supremo en este deporte– y un bateo oportuno, aunque en el juego siete desesperara la falta de conexiones decisivas. La tribu había bombardeado a su tenaz contrario con 20 hits en el quinto choque, pero solo golpeó ocho en los dos siguientes…

SE trata de un campeón sin jugadores MLB, aunque varias de sus fichas solo requieren de firmar nuevos contratos. Un club que mandó en la regular y la semifinal tenía los méritos para alzar la copa. Hubo tino en los refuerzos de postemporada –Ángel Reyes dio el jonrón ganador, César Jiménez lanzó con eficacia– y Cade Gotta, importado de lujo desde el arranque (.370, 10 empujadas en la final)  se encendió en la hora cumbre para llevarse con justicia el MVP de la serie…

UNA confrontación tan pareja debía tener un epílogo excitante, nivelado. Y así fue. El cierre no pudo ser más dramático cuando con corredor en segunda le dieron cuatro intencionales a Niuman Romero y le entregaron la suerte decisiva a Willians Astudillo, nada menos, el mejor toletero de la justa, el contacto prodigioso, el que no se amilana. Fue un riesgo extremo, al cabo afortunado, porque en la pelota no hay nada invariable. Ese gesto de Bruce Rondón pidiendo cuatro malas para Romero le puso el corazón en la boca a unos y otros, a todos los que mirábamos la escena. Wilfredo Romero, piloto que maneja bien las intuiciones, avaló a su pitcher. Era salir airoso o salir crucificado del parque ante semejante desafío a la lógica. Priva aquello de que en la pelota nada es definitivo. Los cuatro dedos al aire son ahora una anécdota…

PRESENTAR una alineación mejor que la de Caribes será difícil en mucho tiempo, por las circunstancias que envuelven a nuestros torneos en la actualidad. Chocaron dos cuadros con buena gerencia, excelente dirección de campo. Un séptimo juego es –para adosarnos al lugar común– de cualquiera…

TUVIMOS una final sentimental con las despedidas de Yohan Pino y César Jiménez, ambos tiradores con palmarés brillante en el circuito. Se va también de la LVBP, abatido, Asdrúbal Cabrera. El error en la intermedia fue determinante en la derrota de su club y eso lo acongoja sobremanera. Entienda el reputado pelotero criollo que las pifias son parte del juego y no afectan en absoluto la admiración que todos le guardamos. Entendemos, claro, el momento.

MAGALLANES demuestra –con una escuadra inferior en el papel– que la armonía y lo que los antiguos cronistas hemos llamado el “team work” superan cualquier pronóstico. El apego al buen pitcheo, sobre todo en sus relevistas, resultó una arista creciente en el desempeño. Sin buenos brazos no se va a ninguna parte. En un campeonato con bateo excesivo, ofensiva despiadada, era menesteroso anteponer un pitcheo decente. Fue así como los trabajos a la hora chiquita de Yohander Méndez y compañía dieron el fruto apetecido…

ARREGLO de maletas con sobre marcha. La Serie del Caribe se inicia este viernes y el primer opositor es Colombia con sus Caimanes de Barranquilla. Muchos no tienen tiempo ni para ir a casa. En años venideros el calendario deberá ser menos compacto, más abierto, menos fatigoso…

EN vivo observamos en el Universitario –transmitiendo para Radio Rumbos– al Magallanes del año 70 ganar el primer clásico para nuestro país, con Dámaso Blanco anotando la victoria. Narramos en 1979 desde San Juan de Puerto Rico la segunda conquista navegante, con aquellos jugadores de tronío liderados por Willie Horton. Ninguna escuadra nativa ha ganado tres veces el evento. Magallanes, Caracas y Zulia suman un par cada uno, Aragua el otro. Tócale, pues, el chance a los  también llamados turcos o eléctricos, apodo este último al cual responde muy bien Cade Gotta…

EN los últimos 33 años solo tres cetros para Venezuela, casi nada para un país tan beisbolero, potencia internacional. La pasada conquista llegó con los Tigres en el 2009, hace trece calendarios por allá en Mexicali. Siete galardones desde 1960 y ninguno en la primera fase de la justa (1949-1960) no son para henchirse de orgullo…

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COMO se esperaba, Barry Bonds y Roger Clemens quedaron fuera de Cooperstown –al menos por ahora– cuando los votos duros contra ellos no fueron revertidos. La mácula de los esteroides resultó un peso insoportable para dos jugadores que como otros que están en la vía del Salón de la Fama, no necesitaban de ayudarse con fármacos para multiplicar las facultades que Dios les dio. Numeritos, sí, tienen bastantes, pero no fueron honestos. El templo no se hizo para albergar guarismos únicamente.

(Alfonso Saer)

Alfonso Saer tiene más de 50 años en los medios de comunicación venezolanos.
Es la voz más reconocible del Cardenales de Lara desde hace décadas, compañero de las más grandes figuras de la locución en el país: Delio Amado León, Rubén Mijares, Carlitos González y Carlos Alberto Hidalgo, entre otros. También es uno de los periodistas de mayor trayectoria en el país, reportero de El Nacional y El Impulso, cuya página deportiva dirigió por años.
Su columna es la más veterana entre las que actualmente se escriben en Venezuela para la prensa deportiva local. 
Síguelo en Twitter: @alfonsosaer