Por Roberth Pérez
Este miércoles se concretó quizás el cambio más notorio de la MLB en este invierno, pues los Yanquis de Nueva York adquirieron a Juan Soto desde los Padres de San Diego.
Desde el mediodía comenzaron los reportes de que las conversaciones entre los Yanquis y los Padres sobre un cambio por Soto no solo eran ciertas, sino que habían avanzado mucho. Alrededor de 12 horas después, los periodistas Joel Sherman y Jon Heyman informaron que el cambio estaba completado.
Soto llega a los Yanquis junto a Trent Grisham, también outfielder, a cambio de los lanzadores Michael King, Jhony Brito, Drew Thorpe, Randy Vásquez y el receptor Kyle Higashioka.
Los Yanquis entregan entonces a un pitcher ya establecido en las Mayores y tres lanzadores con buenas proyecciones a cambio de Soto, quien tiene solo un año más en su contrato, y Grisham, cuyo contrato es hasta 2025.
Soto, de 25 años de edad, se ha convertido en uno de los mejores bateadores de la MLB. En 2023, dejó promedio de bateo de .275, con 32 dobles, 35 jonrones, 109 carreras impulsadas, 97 anotadas, 132 bases por bolas, .930 de OPS, 155 de wRC+ y 5.5 de WAR.
Ahora, jugará en un estadio que es amigable para los bateadores. Y seguramente los Yanquis lo traen con la intención de que aumente su cuota de cuadrangulares.
Pero lo que debe emocionar más a la gerencia de Nueva York y sus fanáticos es la extraordinaria capacidad para embasarse que tiene el dominicano. Así bateadores como Aaron Judge o Gleyber Torres pueden consumir más turnos con gente en las bases.
Los Yanquis tienen ahora un outfield diferente, el cual contará con nada menos que Soto, Judge y el también recién llegado Alex Verdugo.
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Foto @padres
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