EL EMERGENTE

Por Ignacio Serrano

Ángel Padrón acababa de cumplir 22 años de edad cuando recibió la peor noticia de su carrera en la pelota profesional. Los Medias Rojas de Boston habían decidido dejarlo en libertad, a pesar de ser un pitcher zurdo con numeritos más que aceptables en las Ligas Menores. Nadie podía predecir que se convertiría en héroe del beisbol venezolano menos de un lustro después.

Padrón acaba de lanzar un juego sin hits ni carreras en la Serie del Caribe. Maniató a los Gigantes de Rivas durante nueve innings este miércoles, rozó la perfección y aseguró el primer lugar de los Tiburones de La Guaira en la fase regular del torneo.

Pero el serpentinero nacido en San Cristóbal hizo mucho más que eso. Se convirtió en el primer autor de un no-hit no-run en el Clásico de Febrero en los últimos 72 años, el primer hispano en conseguirlo en toda la historia del evento y apenas el segundo monticulista en general en trabajar un juego sin imparables ni anotaciones en la cita, emulando al ex grandeliga Tommy Fine, fallecido en 2005.

LA SORPRESA DE ÁNGEL PADRÓN

Los Medias Rojas amargaron los sueños de Ángel Padrón en la MLB, al rescindir el contrato que les unía. Un abismo se abrió ante él. Jamás había lanzado más allá de Clase A media ni se había mostrado en la LVBP. Sin fama ni experiencia y con una recta que apenas tocaba las 88-89 millas por hora, era casi imposible que pudiera conseguir la oportunidad de hacer carrera en el deporte de sus amores, a menos que sucediera algo imprevisto.

Y algo imprevisto sucedió. La OFAC impuso un veto sobre los ocho equipos del beisbol venezolano y ningún pelotero, coach o ejecutivo del beisbol organizado podría ya trabajar en la campaña 2019-2020. Y Cardenales, su divisa en Venezuela, tuvo que rebuscar entre todos sus jugadores con estatus de agentes libres, a fin de armar un roster que sirviera para defender la corona conquistada en el torneo anterior.

Allí empezó la verdadera carrera de Padrón, un serpentinero que ha tenido que luchar toda su vida para ganar algo de fama y alegría.

CON LOS SCOUTS EN CONTRA

A Ángel Padrón le ha costado un mundo poder llegar al punto en que todos le aplauden en la Serie del Caribe.

Tenía a los scouts en contra. Aunque en sus cinco temporadas con Boston ponchó a un bateador por inning, con relativamente aceptable control (promedió 8,9 fusilados y 3,8 boletos por cada 9.0 innings), y aunque limitaba los jonrones contrarios (0,6) y dejó una media superior al 50 por ciento de roletazos en sus batazos, no consiguió un nuevo contrato en el sistema MLB.

Hoy, de hecho, es reserva de los Samanes de Aragua en la Liga Mayor.

«Tiene que mantener la pelota baja por su escasa velocidad», decía la página especializada SoxProspects.com. «No es consistente con su pronunciada curva, semejante a una slurve. El cambio es inconsistente. Le faltan herramientas y no proyecta mucho».

CARDENALES LE ABRE LAS PUERTAS

Pero los Cardenales de Lara necesitaban rearmarse dentro de las condiciones a las que obligaba la OFAC. Así que Domingo Carrasquel y el recordado Alexis Freites, a cargo de la gerencia deportiva en obligado reemplazo de José Yépez, lo llamaron a la pretemporada.

Ángel Padrón aprovechó la convocatoria. No solo hizo el equipo, sino que se ganó la confianza del manager Luis Ugueto. Se estrenó en buena forma en la LVBP. Apareció en 14 juegos, 2 de ellos como abridor, y apenas permitió 7 hits. Cerró su año de novato con 2.70 de efectividad.

También ayudó a conseguir el bicampeonato. De entonces data su primer anillo de campeón, que se une a este que acaba de lograr con los Tiburones en la 2023-2024. Pero eran tiempos de sobreabundancia de pitcheo en el Cardenales. Y cuando se levantó el veto de la OFAC, el Chato Yépez, ya de regreso a la oficina, decidió usarlo como carnada y lo envió a los Tigres de Aragua junto al ya ex bigleaguer Ósmer Morales, a cambio del prospecto Alejandro Requena.

EL CARRUSEL DE ÁNGEL PADRÓN

Ya sabemos el carrusel que son los cambios de peloteros en el beisbol. Alejandro Requena no lanza desde hace más de un año y puede que haya terminado su camino en el beisbol activo. Ósmer Morales acaba de ganar el Premio Carrao Bracho al Pitcher del Año en la LVBP, aunque con los Bravos. Y Ángel Padrón tiró un no-hit no-run en la Serie del Caribe con los Tiburones.

Pero el zurdo tuvo que recorrer un camino lleno de curvas –nunca mejor dicho–, antes de finalmente aparecer en todas las portadas y en todas las conversaciones beisboleras en su Venezuela natal, la mañana de este jueves.

No lo hizo mal en Aragua. Durante cuatro temporadas laboró como swingman, con 4.24 de efectividad y algunos momentos realmente buenos. La falta de velocidaden en su recta, ya lo decían los scouts, le obliga a ser fino en la ubicación de sus pitcheos. Cuando no lo es, recibe castigo. Pero cuando logra poner la pelota donde quiere. puede ser realmente útil.

La Guaira lo descubrió en plena recta final, al adquirirlo en un nuevo canje junto a Carlos Rivero, Pedro Rodríguez y Willson Contreras, por Leobaldo Cabrera, Ángel Aguilar, Keyber Rodríguez y Ezequiel Tovar.

Fue un pacto en el que los Tiburones apostaron al presente inmediato, entregando presente y futuro a los Tigres. Y Padrón cumplió con lo suyo. Alternando roles entre el bullpen y la rotación, una vez más, dejó 3.06 de ERA en el resto de la eliminatoria. Y cuando Oswaldo Guillén necesitó abridores en enero, al desplomarse o lesionarse el cuarteto original de los escualos, el zurdo dio un paso al frente, comenzó 5 choques y dejó 4.80 de promedio, incluyendo dos entradas en blanco en la final.

SORPRESA E HISTORIA EN EL CARIBE

Tenía que ser así: por sorpresa. La carrera de Ángel Padrón no auguraba que llegaría a la Serie del Caribe como un abridor más de Venezuela, con una responsabilidad clara y definida. Para buena fortuna de él, de los Tiburones, del espectáculo y de la afición, además, tenía visa americana. Y ya con La Guaira en semifinales, Ozzie Guillén decidió cambiar sus planes y darle la pelota «por un par de innings, máximo cuatro».

La idea era dar descanso a Miguel Romero, para que el cubano abriera este jueves en el inicip de los playoffs. Y por ello, el piloto decidió que este miércoles lanzarían los pitchers con roles menores en el equipo. Aquellos con más discreto perfil.

Padrón aprovechó para ir dos, cuatro, siete, nueve innings. Retiró a los primeros 18 hombres y tan solo uno se le embasó por boleto, Raudy Read, al inicio del séptimo. Para entonces, ya estaba en boca de todos. Miles de fanáticos en el loan Depot Park, estaciones de radio y televisión en toda el área del Caribe tenían el foco sobre él. Y así, a poco de sonar las 12 campanadas del jueves, alzó los brazos para aparecer en la fotografía que le hará inmortal en los diamantes.

Ahora todos saben muy bien quién es Ángel Padrón: el nuevo héroe del beisbol venezolano.

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(Ignacio Serrano)

Fotos: Prensa Confederación del Caribe y Cardenales de Lara

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