Andrés Giménez tuvo una grandiosa actuación dominical. El venezolano se embasó tres veces y completó una jornada multihits, aunque no evitó la derrota de los Guardianes de Cleveland 4-3 ante los Bravos de Atlanta, en 10 entradas.
Para el larense, fue su segundo juego en fila con dos o más imparables. Una actuación que le ha hecho aumentar su promedio de bateo de .258 a .275.
Andrés Giménez se fue 4-2, con un boleto negociado, una carrera empujada y una base robada frente a los indígenas en el encuentro disputado en el Truist Park. Siendo la décima ocasión en su carrera que llega a las almohadillas de manera segura al menos en tres oportunidades, impulsa una rayita o más y se estafa aunque sea un cojín, de acuerdo con Baseball-Reference.
Fue otra demostración de las facultades que le han encumbrado como una de las piezas fundamentales en el proyecto a mediano y largo plazo en Ohio.
CONTACTO SÓLIDO
Ambos incogibles de Andrés Giménez en el compromiso fueron sencillos. Pero el primero de ellos, en la tercera entrada, fue una potente conexión que sirvió para inaugurar la pizarra.
Con corredores en tercera y primera, el oriundo de Barquisimeto disparó el inatrapable directo a la humanidad del lanzador derecho Bryce Elder, quien resultó lastimado en uno de los tobillos. Fue un batazo que alcanzó las 95,5 millas por hora.
El otro imparable del camarero de 25 años de edad fue en el séptimo episodio, ya contra el zurdo Aaron Bummer. Fue una línea tendida hacia el jardín derecho a 90,8 mph.
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La base robada de Andrés Giménez en el juego fue la cuarta en cinco intentos en la temporada, para efectividad de 80 %. Ahora, de por vida en las Grandes Ligas, muestra una eficacia de 86,9 % en 84 intentos.
Foto: @CleGuardians