El slugger venezolano avanza en su recuperación física, mientras la prensa resalta su impresionante recorrido por la MLB y sus aficionados esperan verle pronto redondear los 500 jonrones y los 3.000 hits
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
El slugger venezolano Miguel Cabrera, una de las grandes figuras de este siglo en la MLB, cumplió 38 años de edad este domingo, entre homenajes que recuerdan su grandeza deportiva.
Cabrera se encuentra inactivo, debido a una dolencia en el bíceps izquierdo, y aunque en principio hubo alarma en las Grandes Ligas, por ser el mismo que tuvo que operarse en 2018, la realidad es que avanza en su recuperación física y el manager A.J. Hicks espera pronto tenerle de vuelta.
El objetivo ahora mismo, en caso de no sufrir retrocesos, es volver al lineup este viernes.
Cabrera está a tiro de redondear los 500 jonrones (tiene 488) y los 3.000 hits (suma 2.869, a solo 8 de Omar Vizquel, que le espera en la cima de todos los tiempos para un representante de Venezuela).
El periodista Efraín Ruiz Pantin publicó este domingo un breve, lapidario y feliz homenaje al nativo de Maracay con este tuit:
Cabrera puede llegar a convertirse en el primer pelotero en la historia que logra los 500 y 3.000 en la misma campaña.
Otro mensaje de CBS Sports resaltó otro de los muchos aspectos que pintan la grandeza del venezolano, al ubicarle, gracias a su average de por vida y a su total de vuelacercas, junto a otros cuatro súper astros de la MLB, todos en el Salón de la Fama:
Son dos premios al Jugador Más Valioso en su haber, una Triple Corona, cuatro títulos de bateo, siete bates de plata, 11 llamados al Juego de Estrellas y un anillo de Serie Mundial, entre muchos otros logros.
Cabrera no ha podido rendir al mismo nivel de aquellos viejos, buenos tiempos, en buena medida porque el paso del tiempo le ha cobrad factura en su condición física.
Los últimos cinco años han sido de lesiones para él, y desde 2019 muestra un average de .237 solamente. Pero, al mismo tiempo, en 2020 fue uno de los 10 grandeligas que conectó la pelota, en promedio, con más fuerza y velocidad, prueba de que pudiera quedarle pólvora en la faltriquera.