El alto
mando del Magallanes no celebra. Después de asegurar matemáticamente la
clasificación a la postemporada, el viernes, en la nave prefieren sacar cuentas y precisar
qué armas necesitan añadir con vistas a enero
mando del Magallanes no celebra. Después de asegurar matemáticamente la
clasificación a la postemporada, el viernes, en la nave prefieren sacar cuentas y precisar
qué armas necesitan añadir con vistas a enero
Por Ignacio Serrano
Magallanes
no lanza el ancla ni retira sus cañones de las bandas. Aunque sople viento a un
largo en popa, aunque la nave esté clasificada matemáticamente para los
playoffs, queda trabajo por hacer para reconquistar el campeonato, perdido hace
un año en la final contra Anzoátegui.
“No nos
sentimos realmente satisfechos con la rotación”, señaló ayer Roberto Ferrari,
presidente de la junta administradora de los Navegantes y voz principal del
comité deportivo del club. “Vamos a enfocarnos en dos abridores”.
Los turcos
se unieron a los Tiburones como los equipos ya seguros en la postemporada.
Tienen un elenco profundo, con varios grandeligas activos y muchos guerreros
curtidos en previos combates de la LVBP. Pero nadie tiene una efectividad más
abultada entre los iniciadores.
El manager
Carlos García necesitó 17 lanzadores para abrir los 58 juegos que disputó en el
camino a la clasificación. Demasiados.
La
efectividad de esos 17 fue 4.53, un riesgo con vistas a enero.
Ferrari y
el resto del alto mando lo saben. También saben que Chris Leroux se marchó a Estados Unidos, que A.J. Morris está prestado a la rotación y que David Martínez
apenas ha hecho dos comienzos en toda la zafra 2015-2016.
“En las
series cortas, el pitcheo es la prioridad”, admitió el ejecutivo.
Magallanes
no conoce el nombre de su próximo rival, pero ya sabe que la primera fase de los
playoffs empezará el 2 de enero, posiblemente en Valencia (si termina de
garantizar uno de los primeros tres puestos en la tabla acumulada, como parece)
y con la obligación de ganar cuatro juegos de un máximo de siete, para avanzar
a la semifinal.
“Dependiendo
de lo que se presente disponible entre los equipos eliminados, nos gustaría
agregar a un bateador de fuerza”, continuó Ferrari.
¿Lo habrá?
Es difícil predecirlo, aunque ya está claro que el universo a elegir será
menor, porque esta vez únicamente habrá dos elencos fuera, no tres.
Tampoco
esperan los eléctricos que alguno de los grandeligas ausentes se presente de
improviso: Andrés Eloy Blanco, Jonathan Herrera y otros que no descartaron
decir presente. Es el mismo caso de Endy Chávez, Juan Rivera y el resto de los
veteranos que faltan.
“Lo que hay
es lo que es”, dijo lacónicamente Ferrari.
Es una
buena base. Magallanes terminó tercero en la primera mitad, a pesar de sufrir
de cierta inconsistencia, y ha galopado la segunda mitad, gracias al despertar
de Mario Lissón, la llegada de Adonis García y la conformación de sólido un
bullpen, que completa Hassan Pena.
El manager García
dijo en septiembre que el objetivo de esta temporada no puede ser menos que
llegar a la final.
Este que
acaban de dar es un paso más en esa dirección.
Publicado en El Nacional, el domingo 20 de diciembre de 2015.
