Los Astros avanzaron a las Series Divisionales, al derrotar este miércoles por segundo día consecutivo a los Mellizos, que no ganan un juego de postemporada desde 2002
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
No fue necesario que José Altuve y sus compañeros desplegaran una ofensiva demoledora para que los Astros derrotaran al equipo favorito, a los campeones de la División Central de la Liga Americana, el club con mejor pitcheo y defensa de los dos.
Apenas siete carreras bastaron para la victoria de Houston sobre Minnesota, siete rayitas que sostuvieron la formidable actuación de los lanzadores de los siderales, especialmente aquellos de habla hispana, y la pesadilla de los Mellizos en postemporadas se alargó un año más.
Al triunfo de lo texanos el martes, 4 por 1, con gran relevo del dominicano Framber Valdez, siguió otra demostración de buen beisbol este miércoles, 3 por 1, ahora con el mexicano Javier Urquidy en plan de dominante abridor y el quisqueyano Christian Javier aportando en grande desde el bullpen.
Valdez, Urquidy y Javier no son nombres especialmente llamativos, todavía, pero sumaron 12.1 innings con una sola carrera en contra para maniatar a los favoritos y allanar el camino a la siguiente fase.
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Los Astros se convirtieron en los primeros que avanzan a las Series Divisionales. Y lo hicieron, a pesar de tener marca negativa de 29-31 en la fase regular y de 7-23 en plan de visitantes.
Nunca una escuadra con marca negativa ha participado en las Series Divisionales.
Altuve tampoco bateó esta vez. Falló en otros cuatro turnos y tiene de 7-0 en los playoffs. Por los gemelos, Luis Arráez se fue de 3-0, con un pasaporte, y fue out en home en una jugada que evitó que los suyos tomaran la ventaja, mientras que Marwin González ligó de 3-1.
El venezolano Manuel González fue el umpire de home.
Para los Mellizos se trata de una pesadilla, que se extenderá al menos hasta 2021.
No ganan un duelo de postemporada de 2002, cuando Ron Gardenhire todavía era un manager joven y Miguel Cabrera no había subido a Doble A.
Gardenhire acaba de retirarse y Cabrera está a tiro de los 3.000 hits en las Grandes Ligas.
Son 18 derrotas consecutivas para Minnesota en estas instancias, una seguidilla que se extendió gracias a la mayor experiencia de la tropa de Houston y al formidable pitcheo en español que les confrontó.
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