El venezolano José Altuve era un claro candidato a formar parte del club de los 30-30, esos peloteros capaces de batear 30 jonrones y robar 30 bases en una misma temporada de la MLB.
Altuve estuvo muy cerca de la hazaña en 2016 y de nuevo en 2017. Pero eso marcó un punto de inflexión en su carrera. Porque en las últimas cuatro justas, ha cambiado las estafas por más cuadrangulares.
El toletero derecho ha evolucionado como bateador, hasta convertirse en el único camarero en la historia de los Astros de Houston con cosecha de 30 vuelacercas por campeonato.
Es único por partida doble. Porque el viernes lo logró por segunda vez. Quedó a un bombazo de su tope personal de 31, impuesto en 2019.
Ya para ese año Altuve había dejado de salir al robo.
En ese mismo 2019 alertaba un reporte del Toronto Sun a sus lectores jugadores de Fantasy que el jugador nacido en Puerto Cabello «ya no es el ladrón de cojines que alguna vez fue».
Ya 12 meses antes el periodista Buster Olney había contado la anécdota según la cual el propio Altuve, en el Spring Training de 2018, había advertido que dejaría en paz sus marcas como robador.
«Demasiado riesgo, fue su conclusión», escribió Olney en un interesante artículo.
Altuve es otro tipo de arma ofensiva, hoy.
Entre 2011 y 2018 ligó para .316 y conquistó tres títulos de bateo. Sacó 97 pelotas de parque y estafó 248 almohadillas.
Entre 2019 y este fin de semana ha ligado para .277, con 13 robos ¡y 66 bambinazos!
Su promedio de embasado ha caído de .365 a .343 ahora, pero eso se relaciona en parte al drástico slump que sufrió en la temporada recortada por la pandemia. En cambio, su slugging ha subido de .453 a .492.
Desde que arrebató 56 cojines a las baterías contrarias en 2014 ha ido bajando, hasta el drástico corte del último trienio, en el que acumula 13 sacos.
Olney sostuvo que el venezolano prefería cuidarse de lesiones en las muñecas y caderas. En torneos recientes, de hecho, ha tenido lesiones de importancia en 2018 y 2019.
La marcha de George Springer como agente libre motivó al manager Dusty Baker a convertir a Altuve en primer bate a tiempo completo. Es un atípico abridor del lineup. Veloz, sí, pero no sale al robo. Y ahora enseña más poder que nunca.
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Puede que no vaya a convertirse nunca en el sexto miembro de la expedición Vinotinto con 300 estafas en la MLB. O quizás llegue cuando esté cerca de cumplir dos décadas arriba (sería así si continúa sumando 5 por año).
Pero solo siete de sus compatriotas han rebasado los 200 cuadrangulares. Y él, que hace un tiempo quizás ni soñaba con tantos bombazos, al paso actual estará a las puertas de ese club a finales de 2022.
Por Ignacio Serrano
Altuve no «cambió» las bases robadas por jonrones , como si hubiese sido una decisión voluntaria. Simplemente ya perdió su capacidad robadora precisamente por hacerse más fuerte.
Eso y que también sale a robar menos para evitar lesiones…
Eso y que también sale a robar menos para evitar lesiones…
Claro esta que al poner mas fuerza en su cuerpo la rapidez baja pero lo importante ante todo es q siga su ritmo no todo primer bate siempre suele sacar muchos batazos 4 esquina
Cuando termine su carrera mínimo va tener 250 jonrones y 300 estafadas nada mal considerando su estatura…