SAN LUIS
Apenas comenzaba la temporada cuando escribimos una página sobre la notable relación entre jugadores dominicanos y venezolanos en los últimos años, contando a los grandeligas recién graduados, los prospectos incluidos en las principales listas evaluadoras del talento joven y los peloteros llamados a participar en el Juego de Estrellas del Futuro.
Luego de un dominio de más de dos décadas por parte de Quisqueya, los herederos de Luis Aparicio habían tomado la delantera, a pesar de que República Dominicana continúa como el país de mayor exportación a las mayores y el que más exponentes tiene en la gran carpa, detrás de Estados Unidos.
Según Baseball Reference, una de las páginas más útiles para quienes cubrimos las grandes ligas, Venezuela aventaja este año a la tropa quisqueyana en nuevos graduandos, una vez más, 9 contra 8 al escribir estas líneas, gracias a la llegada del receptor José Lobatón; sin embargo, el Juego de Estrellas del Futuro, que se disputa hoy en el Busch Stadium de San Luis, señala una vuelta a un pasado conocido.
La cita que esta tarde cumplirá su undécima edición presenta un evidente desbalance entre las dos potencias dominantes del equipo Resto del Mundo. Venezuela acude con cuatro representantes (el pitcher Johulys Chacín, el catcher Jesús Montero y los campocortos Alcides Escobar y Wilmer Flores) por nueve invitados que tuvo originalmente de República Dominicana (los monticulistas Yohan Flande, Neftalí Feliz, Jenrry Mejía, Luis Pérez y Leyson Séptimo, el catcher Carlos Santana y los infielders Pedro Báez, Starlin Castro y Ángel Villalona, aunque Villalona y Mejía no viajaron, debido lesiones, y el quisqueyano Fernando Samuel entró al roster a última hora).
¿Significa esto que ha vuelto a su sitio el balance de fuerzas en las mayores? Pudiera ser. Pero es posible que una suma de coincidencias haya atentado contra la presencia criolla en la cita de hoy.
Varios de los principales prospectos venezolanos son inelegibles para este Juego de Estrellas del Futuro. Comenzando por Elvis Andrus, cuya graduación fue adelantada por los Rangers este año, y siguiendo por el lastimado Max Ramírez y el recién ascendido Franklin Morales, quienes fueron parte de anteriores citas.
Otras promesas de primera línea no fueron llamadas esta vez, a pesar de haberlo sido en anteriores ocasiones. Nos referimos a Carlos Carrasco y Gorkys Hernández, pero podemos ir más allá.
Hay un grupo de brillantes valores nuevos que hacen vida en las menores y que esta vez fueron desestimados, por una u otra razón. José Tábata ha tenido problemas físicos, lo que justifica su ausencia, y muchachos como Luis Domoromo y Yorman Rodríguez, por ejemplo, aún son muy jóvenes como para estar en esta convocatoria, que habitualmente toma en cuenta sólo a jugadores de triple A, doble A, clase A avanzada y algunas excepciones procedentes de clase A media, como ocurre con el criollo Flores hoy.
Llama la atención, sí, que aquí en San Luis no estén presentes algunos de los talentos a punto de dar el salto. Además de Carrasco, que estuvo en los anteriores tres llamados, podemos citar a Héctor Rondón, recientemente promovido a triple A por los Indios y quien no sólo lanzó en grande en esa categoría, sino que luego, en triple A, ha mantenido su dominio; también nos referimos a su compañero de organización Jeanmar Gómez, quien tiró un juego perfecto en doble A y ha puesto números atrayentes como parte del futuro inmediato de la tribu. Jesús Guzmán era otro candidato y seguramente habría estado con el Resto del Mundo, de no lastimarse y ver mermar sus números.
¿Qué opina usted? Llegará 2010 y tendremos más pistas. Ya veremos.
Publicado en El Nacional, el domingo 12 de julio de 2009.
